3: NO PODÍA SER....
"No puede ser, no puede ser...."
Mi corazón estaba acelerado y el aire me comenzó a faltar.
-Respira Freen..... Respira. Inhala y exhala — Me dije o moriría ahí mismo.
La puerta del ascensor se abrió y el aire frío del PentHouse me chocó.
Di tres pasos para salir del ascensor y quedarme parada en el recibidor.
"No te derrumbes, Freen.... Solo es una coincidencia. El nuevo dueño tiene gustos por tres nutrias trepados uno encima del otro. Todo normal, cualquiera puede tener ese logo.... Aunque tendría derecho de autor y lo más probable es que ella los tenga....."
Me quedé parada en el mismo lugar. Había música ambientada, no se escuchaba voces ni ruidos y el frío que hacia no era normal.
Estaba en medio de un pasillo con un ventanal de lado a lado frente a mi con vistas a otros edificios.
" ¿Ahora que? "
No me atrevía a mover un músculo. Busque el botón para llamar al ascensor y marcharme, pero solo funcionaba con una tarjeta de identificación.
El ladrido y las pisadas de un perro me llamaron la atención. Desde el lado izquierdo venía corriendo un Bulldog Francés algo enojado con su lengua afuera.
-¡Hola Pequeño! — Lo saludé ¿quien se resiste a saludar a un perrito?
El Bulldog dejó de ladrar cuando llegó a mi lado y comenzó a olfatearme dejando de un lado su papel de perro guardián a uno de perro juguetón.
Me agaché y comencé acariciarlo.
-Me recuerdas mucho a un pequeño cachorro — Le dije cuando se paró en dos patas y puso sus otras dos patitas sobre mi rodilla derecha.
Miré el collar: marca Gucci, las partes de metal eran en oro, en el collar tenía su nombre.
-Se llama Bonbon
Su voz. Juraría que era su voz.
Cerré los ojos.
"Estoy alucinando....."
-Es raro.... — Sentí que se acercaba — Para Bonbon cualquier persona que entra por esa puerta es un potencial asesino y mírelo. Parece que te recuerda — Su voz
-¿Bonbon? — Murmure
-Bonbon, el guapo Bonbon. Oye.....puedes abrir los ojos. No estoy tan fea estoy sin maquillaje, pero no es para tanto — Bromeó, sabía que estaba sonriendo.
Abrí los ojos con la mirada en Bonbon quien ahora estaba sentado en los pies de ella.
-Ven, disculpa por no poder recibirte — Comenzó a alejarse por donde había venido y yo me paré rápido para seguirla.
Bonbon caminaba a su lado como un fiel amigo. Ella llevaba un chándal azul y por lo que veía un top. Su cabello suelto y sus puntas ahora de un tono color brócoli. Su baja estatura y su bello trasero.
-Estaba ocupada editando unos contratos y otros papeleos. Si no es por Bonbon ni cuenta me hubiera dado que habías llegado — Su voz me hizo reaccionar y dejar de acosar su trasero. Puse atención al lugar.
Todo elegante y tecnológico, no podía esperar menos de ella. Paredes impecables, muebles impecables.....en fin todo impecable. El ventanal continuaba por toda la pared derecha.
Lo primero en ver fue la cocina al lado izquierdo, el comedor al lado derecho junto al ventanal, la sala era lo siguiente y unas escaleras qué daban a un segundo piso abierto.
-¿Quieres algo? ¿Jugo, vino....agua?— Me preguntó mientras abría el grifo del agua para lavarse las manos.
-No — Mi voz no salío con normalidad.
-Siempre me rechazas el agua. Estoy segura que algún día me la pedirás.
Se secó las manos con una pequeña toalla, se giró y pude verla de frente.
¿Se había puesto más buena o era mi imaginación?
Su sonrisa, sus cejas, su boca, su piel y su panza marcada. Juraría que incluso estaba más marcada qué hace un año. Sus ojos, sus ojos color marrones claros y su mirada que me hacía sentir analizada y en esta ocasión incluso indefensa y desnuda.
-Freen, puedes hablar ¿Sabes? — Me dijo con una sonrisa
-¿Becky?
-La misma que viste y calza — Me respondió mientras se señalaba de cabeza a pies.
-No entiendo ¿Qué haces aquí? — Me acerqué a la isla de la cocina, necesitaba algo cerca por si mis piernas comenzaban a flaquear.
-Una larga historia. En resumen, me surgieron algunos trabajos importantes de este lado del mundo y pensé que era buena idea
-¿En mi hotel?
-Cuando nos casemos......será oficialmente tuyo — Me dijo y sonrió
-No quiero bromas, Becky — Le aclaré, mi mente no daba para bromas.
-¿Quien te dice a ti que bromeo? — Agots estaba ella, su tono y su pose de Mini Jefa
-¿Qué quieres, Becky? — Intenté sonar borde. Ella me ponía nerviosa con facilidad
-Nada, si recibiste la carta y la leíste, sabes muy bien para que estas aquí
-¿Todo se manera profesional? — Le pregunté con algo de decepción.
Quería hablar con ella, quería aclarar tantas cosas y a la vez que quería que se alejara de mi. Mi corazón no latia igual con ella cerca. Mi mente no trabajaba de forma correcta.
En una de las tantas noches de insomnio debía haber planteado volver a ver a Becky y así podía haber planeado mi reacción, pero jamás creí tenerla de frente.
-Siempre he sido profesional, señorita Freen. Si me ves en estas fachas es porque realmente se me olvidó que la inquilina del dieciséis no estaba cuando uno de mis empleados fue a buscarla y tenía que atenderla luego de mi horario de labores — Caminó pasando por mi lado dejándome su perfume en mi sistema. Llegó al comedor y se detuvo — Tengo una oficina arriba, la sala es esa, mi habitación está arriba también y está el comedor. ¿Dónde le apetece hacer tratos?
-El comedor esta bien — Respondí rápido y ella asintió.
-Puedes tomar asiento, iré a la oficina por los documentos — Dio media vuelta y subió las escaleras hasta que se perdió de mi vista.
Mejor era en el comedor, se me haría más fácil llegar hasta la salida. Aunque no pudiese salir.
-Pequeño, te extrañe — Me senté y tomé a Bonbon en mi regazo.
No podía ser normal ponerme nerviosa como lo hacía hace un año. Como la vez del comedor cuando ella entró con un envase lleno de frutas y no pude aguantar su presencia.
No podía ser normal querer salir corriendo y a la vez desear quedarme para que me explicara todo.
No podía ser normal intentar mentalizar con que era solo una reunión de inquilina - dueña; y a la vez querer subir con ella y no bajar hasta decir basta.
Miré hacía arriba y la vi comenzando a bajar con unos documentos en sus manos.
Se había puesto una camisa negra de Metálica.
Y aquí estaba yo de nuevo con mi maldita y bendita suerte. Ahora no tendría que distraerme con su cuerpo, pero ahora no podía admirarlo.
La seguí con la mirada hasta que se detuvo a mi lado y sonrió.
-Bonbon siempre me sigue, casi ni puedo ir al baño sola y míralo.... Se quedó contigo — Se sentó, me pasó algunos documentos y ella se quedó con otros.
-¿Esto se va a tardar? — Le pregunté
Seng llegaría en cualquier momento. El restaurante cerraba a las once y media.
-Se tardará lo que tú quieras que se tarde — Comentó y recordé cuando hacía comentarios doble sentidos en la Mansión.
-Qué sea rápido.
-Bien. Te he citado, así como todos los inquilinos con permanecía de más de un año para aclarar algunos puntos importantes. Hace seis días que soy la nueva dueña del edificio y quiero hacer algunas renovaciones de estructura. Básicamente solicito el consentimiento de cada uno para hacerlo. Esto lo hago porque soy consciente de las enfermedades de una construcción. Las renovaciones se harán gradualmente, plantan por planta. Y también quiero que se expresen sobre que necesitan renovar en cada apartamento. Ya sea cableado, luces, la plomeria, gabinetes..... Ya sabes cosas permanentes del departamento para hacerles de una vez.
Mientras hablaba yo solo podía concentrarme en verla. Seguía teniendo esa forma de explicar las cosas mientras movía sus manitas. Sus gestos y su manía de acomodarse los espejuelos cada cierto tiempo aunque estuvieran en su lugar.
-¿Freen? — Interrumpió mi momento de apreciación sobre ella.
-¿Ah? — Le sonreí
-¿Me escuchaste?
-Si
-¿Entonces....?
-Hazme lo que quieras — Carajo ¿Eso dije? Ella abrió los ojos y entrecerro alzando una ceja.
-¿Mi scusi? — Su Italiano, su acento.
-Hazme lo que quieras y creas conveniente en mi apartamento, aunque por mí esta perfecto — Aclaré y comencé a acariciar a Bonbon qué seguía sobre mi.
-Vale..... ¿Sobre la renovación en general?
-No tengo problemas. Acepto.
-Entonces necesito que firmes en tus documentos y en estos — Me acercó los de ella — Es tu consentimiento. Esa es tu copia y ésta, la mía — Me explicó y me pasó su bolígrafo.
Lo tomé y firme en ambos documentos y se los firme. Ella firmo también en ambos y sonrió satisfecha.
-¿Es todo? — Le pregunté mientras dejaba en el suelo a Bonbon.
-Sí. A menos que necesites algo o tengas algo más que añadir — Se paró luego de acomodar sus documentos.
-Aquí hace mucho frío — Le dije aunque no quería decirlo, pero tenía la piel de gallina y ella seguía teniendo el efecto de hacerme sentir con una borracha sincera
-Sabes que me frío no existe.....
-Solo es la ausencia de calor. Cuando el calor falta....El frío aparece.
-¿Alguna clase de reflexión con mensaje oculto? — Se acercó a mí y me preguntó con una ceja alzada.
Sabía que se estaba divertiendo, mientras que yo me estaba volviendo más nerviosa qué persona.
-Tal vez, aunque solo es conocimiento básico — Terminé de hablar y ya estaba acorralada entre la mesa y ella.
Holii!!! ¿Como estan? Nuevo capítulo, disfruten y si quieren otro háganmelo saber🤭.
Bueno también quería hablar un poco sobre lo que paso en el aeropuerto de París con Becky. De verdad es lamentable lo que pasó y me molesto mucho que "ella" halla hecho todo eso, ella sabía que las niñas no reciben regalos sin ser revisados. A la fuerza metió el regalo y aparte se hace la víctima, hace quedar mal al fandom de verdad que mal. Lo que más me dolió es ver a Becky llorar y estar asustada, estoy molesta con IDF por no ponerle seguridad a Becky ya qué es más famosa ahora. Pero ahora lo importante es darle mucho amor a nuestra bebé y demostrarle que la amamos❤️.
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