1: FEBRERO, OTRA VEZ
-¡Seng! ¿Dónde dejaste mi computadora?
-¡Tú fuiste la última que la usó!
"Se que fuiste tú, Seng. Yo siempre la dejo en el mismo lugar....."
Despertar a las seis de la mañana para ir a la universidad y llevar media hora buscando mi computadora, me estaba fastidiando la existencia.
-Mejor me voy, usaré las computadoras de la biblioteca — Me acerqué al baño donde Seng se afeitaba la poca barba qué le había crecido en dos semanas.
-¿Te llevo, hermosa? — Dio un último recorrido con la naveja por si quijada y me miró.
-No, Seng. Usaré mi auto hoy. En el reporte del clima dijeron que iba a llover — Me acerqué a la pequeña estantería de toallas y le pasé una para qué se secara su rostro.
-Si vienes temprano podemos ir a cenar, cariño y luego al cine — Me dijo y yo me acerqué por el costado para darle un beso rápido en la mejilla.
-Es viernes de cena y cine. Por supuesto que vengo temprano — Le sonreí para dar la vuelta y salir del baño.
-Antes que te vayas, ha llegado un carta. La recibí por ti. La dejé sobre el taburete — Terminó de asearse y se acercó a mi en el marco de la puerta.
-Va. Grazie, Seng. Si puedes buscar la computadora me harías un enorme favor, tengo unos proyectos guardados ahí — Tomé mi mochila y mi celular de la cama
-Por supuesto, cuando la encuentre te envío un mensaje — Me acompañó a la cocina y yo tomé la carta.
-Nos vemos para la cena. Chao, te cuidas, Seng — Le di un pequeño beso y salí de mi apartamento.
Me puse los "AirPods" y la música comenzó a sonar.
-"Yo no sé lo que esta pasando. Yo no sé lo que te han dicho, pero yr sigo extrañando, tengo el orgullo en el piso. Mira que estoy en cero, cero, cero sin ti. Porque la vida cambia en un segundo, pero el amor es más profundo...." — Canté mientras el ascensor llegaba al recibidor.
"Becky, es que tú en mi mente sigues muy adentro, adentro..."
Como siempre, se me hizo inevitable no unir la canción con aquella Peli-azul.
La puerta se abrió y me encontré con Baitoey esperándome para ir juntas a la universidad.
-Buenos días, Freen ¿Cómo estás? — Me saludó con un beso en la mejilla y seguimos el camino hacia el estacionamiento.
-Buingiorno, Baitoey.... Todo bien, aunque ya me alteré — Saqué la llave de mi auto cuando nos acercamos a él.
-¿Tan temprano?
-Sí, no encontré mi computadora. Tendré que ir a la biblioteca cuando salga — Abrí mi auto y entramos.
-¿Seng de nuevo? — Se abrochó el cinturón y yo hice lo mismo.
-Sí, dijo que fui yo, pero sabes que siempre dejo la computadora...
-Sobre el taburete en la cocina antes de dormir — Completó la frase.
-Exacto
A dos calles de llegar a la universidad, Baitoey tomó la carta en sus manos.
-Me llegó la carta — Comentó y la volvió a dejar en su lugar.
-Entonces, me evitas la pereza de leerla — Le hice un puchero y ella sonrió.
-¿Quién se niega a tus pucheros? Bueno, en resumen qué..... Reunirán a todos los inquilinos, uno por uno. Harán unas renovaciones en el edificio y quieren el consentimiento de cada cual.
-¡Ah! Eso — Me estacioné y nos bajamos del auto — El nuevo dueño al menos nos toma en cuenta.
Nos detuvimos cuando llegamos a la entrada principal.
-Nam debe estar adentro ya. Me voy o llego tarde — Me dijo dándome un beso de despedida en la mejilla.
-¡Pórtate bien! — Le grité con toda la intención de que se avergonzara.
Me encaminé hasta mi salón y Nam ya estaba sentada en su lugar.
-¡Sarocha! ¿Esos ánimos? ¿Seng sigue precoz? — Suspiré, Nam nunca haría las pases con él.
-Mis ánimos no tiene que ver con su problema. Solo que la computadora se me ha vuelto a perder — Le dije cuando me senté a su lado, por suerte eramos las primeras en llegar.
-A ti no se te pierde nada, excepto el amiguito de Seng.
-Nam, basta. En serio, no me interesa hablar de Seng — Le dije exasperada, Nam sabía sacarme de quicio.
-Buuuuuuh..... Que aburrida te me has puesto.
-Siempre he sido aburrida
-Al menos sonreías y tus ojos brillaban cuando..... — La miré seriamente y se quedó callada.
-Prohibido y lo sabes — Le advertí
El salón se fue llenando poco a poco y la clase comenzó.
"Esto no puede ser más aburrido porque aún no existe palabra para nombrar el nivel...." no podía concentrarme en la explicación qué estaba dando el profesor.
Mire a Nam quien jugaba simulando qué sus bolígrafos eran aviones. "No tiene un helicoptero, pero si a Halcón..."
Negué con la cabeza, mis pensamientos volvían a recaer en ella.
"La conociste hace un año, menos de un mes, jamás la has vuelto a ver y sigues pensando en ella...."
La campana sonó y salimos del salón.
-Freen, ¿me acompañas al baño? — Me preguntó mientras me arrastraba consigo.
Nam se metió al cubículo y yo me dispuse a arreglarme el maquillaje. Mi celular sonó, una notificación de Instagram.
Entré a la aplicación y me fije: "A Luna le ha gustado tu foto". Suspiré, nada interesante. Cuando fui a bloquear, un mensaje me llegó.
"Hola Hermosa" Leí e ignoré, era el décimo "Hola hermosa" qué me enviaba y yo ignoraba.
-¿Admiradores secretos? — Nam se acercó al lavado para utilizarlo.
-Es la pesada de siempre. No se aburre — Le dije y salimos al pasillo.
-Respóndele, aunque sea un "Hola" para ver que quiere — Sacó una goma de mascar de su cartera y me ofreció una, pero lo rechacé.
-Jamás, Fresa, jamás.
Luego de dos clases más, llegamos a la cafetería donde nos esperaba Baitoey, Noey y Heng.
-¿Les llegó la carta? — Noey nos preguntó tan pronto nos sentamos.
-Sí — Respondí.
-Al menos nos toman en cuenta — Comentó Heng
-Lo mismo pienso, Asevarid — Abrí mi botella de agua y di un sorbo.
-Baitoey ¿La boda sigue en pie? — Noey no tenía un día en el que no le preguntara la mismo a la podré Baitoey
-Sabes que sí. No hay razón lógica para terminar — Respondió
-Es cierto — La apoyé.
Noey tenía razón, en un abrir y cerrar de ojos todo podía acabar dejándote en el limbo sin saber que ocurrió.
-¿Tú no haz sabido de Blue? — Heng se volteó para poder mirarme de frente
-No, Heng, no chicas. No he sabido de ella. Ella solo fue una amiga. Ella es mi pasado.
-¿Desde la boda?
-Desde la boda donde solo supe que estaba viva.
-¿Te gustaría volver a verla? ¿Que fuese Febrero, otra vez? — Baitoey me preguntó curiosa y todos me miraron expectantes.
-No, y ya es Febrero, otra vez. Por cualquier razón la respuesta es no. Yo ya ha hecho mi vida. Ella me odia y yo le jodí la vida. Con Seng estoy bien — Les dije y volví a tomar de mi botella.
-Lo dice la qué le robó la botella a la Mafiosa — Comentó Nam en susurro, pero la escuché.
-No es su botella — Me defendí.
-Solo es una botella chicos — Comentó Noey y le agradecí por estar de mi lado — Solo una botella qué casualmente es de metal, casualmente tiene grabado a mano el nombre de Blue y casualmente era la misma que Becky llevaba a todos lados.
-Traicionera — La miré entrecerrando los ojos y ella levantó las manos en forma de inocencia.
-Yo opino que si lo de ustedes era para siempre, lo será — Baitoey habló mirando el cielo.
-Ya, por favor. Dejen de filosofiar. Estoy con Seng y ni nada ni nadie mi cambiará — Me levanté y tomé mis pertenencias — Mejor me voy, debo ir a la biblioteca — Me retiré sin más.
Yo intentaba olvidarla y para ellos, ella era su tema diario cuando yo estaba cerca.
Me subí a mi auto y me recosté un segundo.
-Siempre será Becky, pero en mis sueños — Respondí profundo y puse el auto en marcha.
No pude avanzar mucho porque una camioneta me bloqueo el camino.
-Bien no te alteres, Freen, quizás tenga una emergencia. No tienes porque tener prisa — Tomé mi celular cuando comenzó a sonar
-¡Hola, Seng!
-Amor, encontré tu computadora — Me dijo alegre
-Que genial, Seng ¿Dónde? — Tomé mis gafas y me las coloqué mientras me miraba al espejo.
-En el balcón
-Vaya, a la computadora le dio calor de noche y salió a tomar aire natural ¿no? — Me fijé en la camioneta de nuevo y puse los seguros de las cuatro puertas.
"Uno nunca sabe....."
-Sí, amor ¿Aún estas en la universidad?
-Sí, estoy en el coche para ir a la biblioteca
-No tienes que ir ya, ya encontré tu computadora, amor. Mejor ven al apartamento — Me dijo y pude escuchar que estaba en la cocina.
-Iré a la biblioteca, ya dije — Lo único que me molestaba de él, era que intentará persuadirme. Aunque fuese una estupidez, no me agradaba — ¿Estas cocinando? — Le pregunté curiosa al escuchar de nuevo ruidos de cocina.
-Sí, sabes que tu novio es un chef en todo su esplendor — Cierto era, no me podía quejar de su buena mano en cocina.
-Guardame de lo que hagas, Seng
Comencé a escuchar música proveniente del exterior, bajé un poco el cristal para escuchar con claridad.
"Aún quedan tus retratos en cada rincón de la casa y el silencio me habla de ti. Estoy solo en tanto espacio. Desde que no estás daría todo lo que hoy me queda por tenerte. Porque vuelvas. Es que me niego a perderte, jamás nunca verte. Me niego a aceptar que lo nuestro ya se acabó... "
-Gente despechada. Acepten qué los dejaron, continúen con sus vidas — Bufé.
Comencé a tocar la bocina hasta que la camioneta se hizo a un lado. Volví a ponerme en marcha y puse en alta voz a Seng.
-¿Que fue eso?
-Nada, alguien que no tenía nada que hacer. Hablamos más tardé, voy de camino a la biblioteca — Le terminé la llamada y continúe conduciendo.
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Miré a los dos chicos de al lado en la mesa de computadora. Llevaban buen rato murmurando entre ellos y pude escuchar que me mencionaron.
Seguí en mi asunto, entré al portal de la compañía y di un click sobre la opción.
Como era de esperarse, la pantalla se puso en negro y la cuenta regresiva de cinco segundos apareció, pero nada ocurrió.
Eché un vistazo a mi otro lado, habían más computadoras libres y ellos tuvieron que sentarse a mi lado.
-Si siempre estarás a un Click para mi, ¿por que no estas? ¿Por que no me ayudas con estos imbéciles? — Hablé sin importar que los imbéciles me escucharan, le hablé a la pantalla en negro frente a mi mientras retenía mis ganas de llorar.
Podía añadir a mi lista de cosas que odiaba qué dos imbéciles se pusieran a murmurar mientras me miraba de vez en cuando.
Fastidiaba, me paré de la silla para ir al baño para calmarme o les estamparia el teclado en la cabeza a los dos.
Mojé mis manos y me miré al espejo. No tenía nada raro, mis espejuelos de lectura estaban limpios, mi maquillaje esta perfecto, mi cabello en su lugar y mi ropa se veía decente.
¿Por qué aquellos dos me miraban tanto? Yo no tenía monos en la cara.
Salí del baño luego de suspirar, tenía que ser fuerte. Era un biblioteca, no podía mandarlos al carajo allí. Si me los encontraba en el estacionamiento......sería otro cuento.
Al ir acercándome no los vi en su lugar. Antes de sentarme con una sonrisa miré a todos lados y los encontré al otro extremo del área de computadoras muy serios y concentrados en lo suyo.
-Bipolares — Susurré y me senté.
No pude resistirme a mirar la pantalla de la computadora de al lado. Una de las reglas qué habían en la biblioteca era: "Al terminar de usar los equipos cierre todas las aplicaciones y ponga en "descanso" la computadora ".
Miré el fondo de pantalla
Miré a todos lados en busca de alguien, pero lo la vi.
¿Había posibilidad que ella hubiera puesto esa imagen de fondo?
No, yo estaba en New York y ella en Italia.
Holiiiiii, buenas!!! Regresé😎. Ahora si con la segunda parte de "A Un Click", solo diré que aquí van a sufrir🤭. Pero lo importante es que veremos a las dos enamorarse de nuevo❤️👌.
Agradecerles por su apoyo, les dije que tenía un examen pero..... Tristemente no ingresé, pero seguiré esforzándome, así como Freen y Becky lo hacen.
Ahora si disfruten de estos capítulos❤️.
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