42: SECUESTRO
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Mi celular sonó cuando Becky se metió a bañar y lo tomé.
Lo dejé en el mismo lugar, pero volvió a sonar.
Tampoco Agamous había hecho algo tan malo, solo quiso bailar conmigo.
Me acomodé en mi lado de la cama en espera de la mujer de mi vida.
Me quité los lentes de lectura al escuchar la puerta abrirse, pero justo otra puerta se abrió.
-Amore mia... - Becky salió lista con su pijama.
-Mamá. - Giré para ver como nuestra propia Trinidad entraba a la habitación.
-Mis niños. - Palmeé la cama y se subieron al lado de Becky.
-¿Qué quieren, mis niños? - Les pregunté mientras le acomodaba el cabello a Kirk.
Kirk y Richie voltearon a ver a Song. Acción a la que recorrían cuando querían pedir algo, recorrían a usar a Song como portavoz.
-¿Podemos dormir contigo? - Preguntó y ya mi respuesta era "sí" tan solo con ver sus ojitos, pero miré a Becky.
Estaba parada en su pose de Mini Jefa, pero Mini Jefa en pijama mientras me miraba con una ceja alzada.
-Claro que sí. Hoy sí pueden dormir aquí. - Les sonreí mientras me acomodaba y ellos de inmediato se metieron debajo de la sábana.
-Y a mi... que me escupa una tortuga. - Becky seguía en su pose, pero ahora miraba a nuestros pequeños con una sonrisa.
-Vengan, acomodados. Mamma Blue debe dormir también. - Kirk miró a Becky con una ceja alzada, digno hijo de su madre
-Hay colchón de aire. - Comentó.
-Uy, no. Ande a moverse o duermen con los perros. - Becky señaló hacia la puerta y de inmediato los tres se acercaron más a mi para dejarle espacio a Becky.
-Así me gustan, cooperando.
Y así fue como nuestra relación pasó de dormir juntas a dormir con Bonbon y Fluffy a un lado y a dormir con nuestros tesoros en medio, pero siempre durmiendo juntas.
~~~~~~~~~~~
Escuché las voces de Song y Becky, pero no abrí los ojos.
-¿Por qué ya no trabajas?
-Sigo trabajando, pero ya no como antes. Ahora hay unas personitas que se encargan de hacer los viajes por mi... para yo tener mucho tiempo contigo, con tus hermanos y con Mamá Freen.
-Antonia dijo que fue por tu accidente.
-Quizás tuvo mucho peso eso, pero igual. Una vez le hice una promesa a mamá y la estaba rompiendo por trabajar.
-¿Cuál?
-Siempre llegar a dormir y siempre juntas.
-Mamma... las promesas no se rompe.
-Y por eso ahora estoy aquí. Porque aunque ustedes no recuerden, yo también les hice una promesa cuando nacieron.
¿Y cómo olvidar esas promesas de meñique con mini meñique?Que al momento no las comprendí en totalidad, pero no mucho tiempo después en mi mente se paseaban como si fuese mi propio nombre.
"Los amo desde el primer instante. Los cuidaré con mi vida hasta mi última arruga e incluso luego de ella porque ustedes son mi propio universo."
Abrí los ojos y Becky sonrió al instante tan pronto se dio cuenta.
-Y sobre todo, prefiero quedarme y no ir a trabajar solo por ver a Mamá Freenky despertar cada día con una sonrisa y no gruñendo.
-Yo no gruño. - Comenté mientras me ponía de pie para ir al baño.
-Amore, hoy iremos para que conozcas a Águila.
La escuché hablar y asentí antes de encerrarme en el baño.
Salí y me vestí, no habían rastros de Becky o de nuestra Trinidad en la habitación.
¿Cómo era posible que un martes a las nueve de la mañana ya hubiera tierra por toda la sala y pintura?
-¡Mamá! - Claramente habían varios culpables.
Antonia, Victoria, Kirk, Richie y Song... y Becky quien tenía las manos a su espalda a la vez que evitaba hacer contacto visual conmigo.
-No les creo, es muy temprano y solo me metí a bañar. No me tardé nada.
-Somos Armstrong Chankimha... siempre damos el doscientos porciento de nuestras habilidades para hacer algo que nos gusta. -Antonia habló rápidamente.
-Y nos encanta pintar. - Victoria añadió y suspiré al notar que llevaba puesto uno de los trajes que había comprado en Louis Vuitton hacía un par de días.
-Y jugar. - Richie sonrió mientras mostraba las palmas verdes de sus manos.
-Becky, tienen la pared del patio trasero para hacer sus inventos.
-A mi no me mires, cuando bajamos ya ellos estaban haciendo de las suyas, yo solo... los superviso. -Intentó defenderse, pero había algo raro en su comportamiento.
-A ver, muéstrame las manos.
-Amor, eso es para la noche.
-¿Qué cosa? - Kirk preguntó rápido.
-¡Becky!
-Ya que me lo pides tan amablemente... mis manos. - Me mostró sus manos de color negro.
Suspiré, la ventaja era que realmente a mi no me tocaba limpiar los inventos.
-Amor, ¿cuándo iremos a lo de Águila?
-Cuando quieras. - Becky se acercó y me dio un beso rápido.
-Vamos temprano, quiero plasmar algunas ideas de unos diseños.
-Como ordenes, mi capitana.
-¡Engfa! - Gritó mientras se acercaba a la puerta de entrada y salió.
-¿Blue? - Engfa llegó desde la cocina, lado opuesto a la entrada.
-Te va a pedir que prepares la camioneta, iremos a ver a Águila. -Le comenté y Engfa asintió.
-Holi, tía. - Victoria se acercó a Engfa.
-La princesa de tití.
-Tía, yo soy tu princesa.
Engfa me miró con algo de miedo.
-Todas son mis princesas y todos son mis príncipes, princesas y príncipes de la tía Engfa.
-No, pero yo soy tu princesa... - Mientras Engfa caminaba a paso rápido hacia la puerta que daba al garaje principal, Antonia la seguía.
Porque Antonia era su princesa número uno y no la dejaría en paz hasta que Engfa aceptara, pero a Engfa le gustaba ver sufrir a su sobrina.
Salí para toparme con Becky correteando a Saint.
Becky y Saint dejaron de correr cuando Engfa salió del garage.
Saint tocó su oreja, específicamente al audífono con el que se comunicaban los guardias.
-Dicen que Agamous está en la entrada. - Informó y la sonrisa de Becky se borró del rostro.
-Viene a traer algo. Puede pasar. - Informé y Saint asintió mientras avisaba.
-Viene a traer algo... bien. - Becky se paró frente a mi, pero rápido continuó y entró a la casa.
Un instante más tarde, el auto de Agamous se acercó hasta quedar frente a mi.
Abrió la puerta, pero en cuestión de nada volvió a cerrarla.
-¡Ups! Ay, Trinidad Doberman, Trinidad Doberman. - Becky salió y pasó por mi lado fingiendo preocupación mientras la Trinidad Doberman rodeaba el auto de Agamous.
-Es que son muy fuertes, se pude aguantar sus correas.
Me acerqué al auto de Agamous.
La Trinidad de Doberman no lo dejaría bajar y Becky mucho menos.
-Lo siento, se soltaron. - Hablé tan pronto estuve al lado de Agamous.
-No te preocupes, entiendo.
-¡Agamous! ¿Cómo vas? ¿Gustas bajarte un ratito? Ande, no seas tímido. Bájate, ande. - Becky era una pésima actriz.
-No se preocupe... Señora Armstrong . Aquí estoy bien, solo vengo a traer algo para Saro.
-Señora Armstrong de Chankimha y vienes a traer algo para la Señora Sarocha Chankimha de Armstrong. - Saint habló cuando se acercó para acariciar a uno de los Doberman.
-Bueno, Agamous... - Becky colocó sus manos sobre la capota del auto de Agamous y me sonrió.
-Te invito a tomar una copita de vino.
-No se preocupe, de verdad...
-No, yo insisto. - Becky alzó la cabeza y Saint asintió para ir luego ir rumbo a dentro de la casa.
-Puedes pasarle ya lo que viniste a traer.
Miré a Agamous quien tomó una pequeña carpeta de documentos y me la pasó.
-Agamous , mi esposa y yo debemos ir a verificar nuestro nuevo avión privado, pero puedes esperar gustoso la copa de vino.
-¿Es de inmediato? - Le pregunté a Becky.
-Sí, ya comuniqué. - Enfda respondió y asentí.
-Debo irme, pero gracias por traer los documentos. Ya fueron por tu copa de vino, no se tardan.
-Gracias, un gusto y que les vaya bien con el nuevo avión privado.
Me subí a la Pesada de Becky y Becky se subió también mientras se limpiaba las manos con un paño que Toby le había pasado.
Suspiré cuando noté lo que Becky había hecho en cuestión de segundos, ahora la capota de Agamous tenía las manos de Becky pintadas de azul.
-Dejaste salir a los Doberman y manchaste su capota.
-No, ellos se salieron bajo su propia voluntad. Yo no los empujé a salir y no me di cuenta de que mis manos estaban con pintura.
-Amor. Tenías las manos de negro, no de azul.
Becky no comentó nada, solo oprimió el botón de su asiento haciendo que se reclinase.
~~~~~~~~~~~~~~~~
Llegamos al hangar donde ya nos esperaba el Piloto junto a un avión privado un poco más grande que Halcón.
-Ahora es rojo. - Comenté cuando Becky tomó mi mano y comenzamos a caminar rumbo al Piloto frente a la escalera abierta del avión.
-¡Bienvenidas! Águila ya está lista, tiene todos los permisos y ha sido revisada en totalidad. Todo ha salido impecable y tiene ya los suministros necesarios para partir.
-Bien, me parece bien. - Becky me sonrió.
-Amor, entra para que dés tu visto bueno.
Asentí y entré. Típicamente, hacía bastante frío adentro, pero no tanto como podía ser normal.
-¿Qué opinas? - Escuché a Becky detrás de mi y giré para verla.
-Es muy hermoso, amor. Me parece que es bastante cómodo.
-Bueno, no tiene una cama como la tenía Halcón, pero sí tiene una donde cabemos dos. Ahora cabemos todos, Halcón se nos hizo viejo y se nos quedaba pequeño para toda la familia.
Observé como Engfa, Toby y dos guardaespaldas más entraron seguidos por el Piloto, quien cerró la puerta tras él.
-¿Amor...? - Becky sonrió.
-Esto es un secuestro.
-Amor.
-Técnicamente estas secuestrada, pero no te preocupes... te va a gustar.
-No, amor... ¿y los niños? Ya no me puedes secuestrar así, tenemos hijos.
-Mi reina, ellos están bien. Ya esto estaba planeado, tus padres y mis hermanas estaban en casa antes de salir.
-Pero yo no los vi.
-Lo bueno de tener una casa grande, ahora... a sentarnos que partiremos.
~~~~~~~~~
-¿Me dirás a dónde nos dirigimos?
-Si te digo, ya no será una sorpresa.
Dejé de insistir, ya no habían más formas de que Becky me dijese.
Solo me acomodé en mi asiento y tomé la mano de mi esposa.
Podía ir a ciegas a donde fuese de su mano.
-Creí que nos merecíamos un tiempo a solas, tú y yo. - Comentó mientras llevaba mi mano a sus labios para dejar un beso.
-Tienes razón, es una buena idea que tengamos un tiempo a solas.
-Una escapada como las de antes.
Cuando aterrizamos, Becky fue la primera en ponerse de pie. Nos habíamos dormido durante el trayecto, pero Becky parecía tener la energía de la siesta energía acumulada de una semana.
-¡A moverse gente! - Habló en alto haciendo que los guardaespaldas se pusieran de pie de inmediato.
Me puse de pie y sonreí cuando observé por la ventanilla, sabía donde estábamos.
-¿Ya sabes?
-New York.
-Pensé que también podíamos aprovechar para que le dieras una visita a tu edificio.
-¿El apartamento dieciséis sigue disponible?
-Según tengo entendido, ese apartamento pasó a ser la oficina de la dueña. Que el penthouse está disponible en totalidad.
¡Holaaaaa! ¿Como están? ¡Vaya! Le están dando con todo en los comentarios🥹. Bueno para el último capítulo del maratón será de veinticinco comentarios, los leooo😎. Informarles que queda solo diez capítulos para acabar esta hermosa historia🥹🫣.
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