41: SE TARDARON
Luego de comer, llegamos a la casa. Iba a subir a mi habitación para ver a las bebés y a mi Conejita, pero Beer prácticamente me arrastró hasta la oficina donde ellas investigaban, donde Emi tenía su oficina.
-¿Que ocurre? — Les pregunté cuando Beer cerró la puerta. Para mi sorpresa ya estaban Limón, Emily y Min ahí.
-El celular de Sunny ha vuelto a enviar la señal. Están en el edificio aún. Chicas si van actuar debe ser esta noche. No lo pueden dejar para mañana — Irin nos habló mientras nos mostraba la señal del celular de Papito.
-¿Por que dices así? ¿Que ocurre? — Preguntó Limón
-Nuevo correo — Seoul me pasó el iPad y entré a los correos.
"¿Que se siente la pérdida de Kwang? Su esposa fue un daño colateral, no estaba en mi planes su muerte, pero como se dice: Si te lo ponen a tiró, tú dispara."
Debo admitir que me enojé y bastante cuando me enteré que él seguía con vida. Estuve a pongo de ir personalmente a exterminarlo como la rata que era, pero no valía la pena.
Mucha cháchara, les escribo para que sepan que Sunny tiene las horas contadas. Ya me da pereza tenerlo atado, lo mejor es quitarlo del medio. Debido a que no han venido a buscarlo, toca hacerme cargo.
Pensé que iban a venir de inmediato a salvarlo, pero esa tal Freen las tiene distraídas. Solo tiene una oportunidad de salvarlo. Vengan las tres mañana a primera hora, si el reloj marca las 6:01 am Sunny muere. Sé que saben donde está. No me hagan esperar. No me hagas esperar, Blue."
-Hijos de la gran puta — Mi enojo no tenía comparación, quería encontrar a quien fuese y estrangularlo con mis propias manos.
-Calma, papá estará antes de las seis de la mañana con nosotras. Quien sea no se saldrá con la suya — Habló Mon y asentí
-¿Dónde está Uva?
-Salió, se llevó a cinco guardias. Dijo que volvería antes de la una de la madrugada — Me informó Beer
-Tan pronto llegue qué vaya a mi oficina. Iremos por Papito tan pronto aparezca ella — Dije y las Siriphan asintieron.
-Blue, troviano le armi ( Azul, encuentra armas) — Me dijo Limón y yo asentí.
-Vamos
Llegamos a ami oficina y cerré con llave.
-¿Que ocurre? ¿No íbamos por armas? — Preguntó Emily mientras me observaba deslizar la puerta de cristal qué daba paso para poder cuidar las plantas en mi oficina.
-Y eso es lo que hacemos. Vengan — Les dije y puse mi mano justo en la esquina derecha, a la altura de mi cadera.
La pared se abrió dejando paso a mi sala secreta.
-¿Alguien me traduce? — Emily miraba asombrada.
-Secretos Blue, Hermanita — Le dije con una sonrisa.
Di un paso adentro y la luz se encendió.
-¿Becky? — Emily seguía sin creerlo.
-Es mi sala secreta. ¿De donde creen que le suministro las armas a nuestro equipo?
-¿Nos vigilas por tu cuenta también?
-Sí y no. Esas cámaras muestran exactamente lo que se muestra en la sala de seguridad. Cuando no tengo nada que hacer me entretengo vigilando lo que hacen.
-¿Escojo cualquiera? — Me preguntó Limón quien estaba cerca de las armas
-No queremos armar un tiroteo. Solo serán para defendernos en caso de emergencia. Una pistola y una escopeta. Un comunicador también — Le dije y ella asintió analizaba cual escoger
-¿Y yo? — Preguntó Emily.
-Tú, señorita. Sólo toma un comunicador. Armas no porque no iras con nosotras. Te necesito en casa. Tienes que cuidar a Papito y ser nuestros ojos y oídos. Si algo sale mal, serás nuestra única salvación peque — Le dije y ella asintió.
-¿De donde la sacaste? — Reí, Emily seguía sin creerlo
-Peque, no desaparezco tres días dos veces al mes por nada — Le dime con una sonrisa.
Tomaba viernes, sábado y domingo, los comunicadores para para las cuatro y tres chalecos antibalas. Los guardamos en una mochila y salimos.
Cerré de nuevo mi oficina secreta y guardamos la mochila debajo de mi escritorio. Salimos de mi oficina y cerré con llave.
-Debemos revisar el auto — Comentó Limón y yo asentí.
Bajamos al garaje y Min nos recibío.
-¿Saldrán? — Nos preguntó
-No, solo venimos a revisar a las Pesadas — Le dime y ella me miró extrañada pero asintió.
-Vengan — Le seguimos hasta el final donde se encontraban las Pesadas.
-¿Todas en condiciones? — Le pregunté
-Sí. Las cuatro están perfectas condiciones. La última revisión de motores y asuntos de mecánicos tiene un noventa y seis por ciento se vida. Dentro tiene el equipo de emergencia al día — Min repaso casa detalles
-Las dos de la izquierda. Listas en dos horas — Señaló Limón
-Min viene con nosotras, Suppapong y sus hombres de confianza. Yo hablaré con Engfa para que se haga cargo de la seguridad de aquí — Hablé y salimos del garaje.
-Papito ya vamos por ti. Aguanta — Le dije al retrato colgado en la pared donde él estaba sentada en el jorge de la piscina con la gorra morada de Uva y las gafas amarillas de Limón.
Recordar los viejos tiempos me daba paz momentánea. Recordar a Papito protestando por su atuendo, pero cuando me vio con la cámara posó alegre con su atuendo.
Respiré, estaba aguantando la respiración sin darme cuenta al recordarlo. Mire por última vez la fotografía y me dirigí a la habitación de Papito.
Me senté en su cama deseando que estuviese ahí conmigo.
Deseando poder darle los abrazos qué no le di por siempre estar "ocupada" con mi trabajo.
-Becky, levanta. Ya es hora — Emi me despertó. No supe en qué momento me quedé dormida abrazando la almohada de Papito.
Entramos a mi oficina y allí me esperaban mis hermanas.
-Vamos por papito — Les dije y cargué la mochila.
-Papá se sentirá orgulloso. Llevábamos tiempo sin hacer algo unidad qué no involucrarse en pelea entre nosotras — Mencionó Uva y tenía completa razón.
-Luego de esto seremos la Trinidad Armstrong para todo — Limón abrazó a Uva.
-Ande y a mi que me escupa un chivo — Nuestra pequeña se cruzó de brazos fingiendo molestia.
-Un chivo no, que luego el señor pollo se pone celoso — Le dije y la abracé.
Llegamos al garaje donde ya nos esperaba Min, Suppapong y sus tres amigos de confianza.
-Chicos, esto es por Papito. Las armas serán nuestro último recurso, no queremos que nadie salga herido. Ya saben, nunca ir solos. Siempre acompañados — Les dije y continúe repasando el plan.
-¿Entendieron? —Preguntó Limón mientras abría la puerta de la pesada qué conduciría y todos afirmamos.
Limón conducía, yo iba a su lado, atrás Uva y Min. En la otra Pesada iba Suppapong con sus amigos.
-Becky — Uva habló.
-Dime
-¿Amas a Freen de verdad. — Su pregunta me chocó
-Solo responde, sí o no
-Si
-Solo valorála — Uva se escucha rara
Su energía no era la misma y ella aunque estuviese de acuerdo con dejarme ser feliz con Freen, ella no lo admitía. Algo le pasaba.
-¿Estas bien Uva? — La miré por el espejito de la guantera
-Ya llegamos, chicas — Anuncio Limón.
-Manos a la obra — Dije y nos dispusimos a colocarnos nuestros chalecos y comunicadores.
Me bajé y caminé solo hasta la entrada del edificio donde me esperaban dos hombres.
-Aquí estoy — Les dije cuando me paré frente a ellos.
-Blue ¿Sus hermanas? — Preguntó el hombre más pequeño
-No vendrán. Estoy yo ¿Es suficiente? — Les dije tratando de sonar prepotente y real
El hombre más grande se acercó a mí y me tomó el mentón para analizarme el rostro.
-Blue.... La jefa estará muy contenta — Me dijo y me dio un pico en los labios, acción a la que yo reaccione dándole un cabezazo en su nariz.
-Se me pega el tétanos por tu culpa ¡imbecil! — Le dije escupiendo a sus pies
-Vienes con ganas de pelear. Veremos cómo te va arriba. Tú puedes irte, dile al otro que venga a ocupar mi puesto. Yo subiré a esta perra — Me tomó del hombro muy fuerte provocandome cierto dolor en dicha área.
El hombre me empujó hasta el ascensor. En el camino observé el ambiente. Dos hombres más, a parte de la entrada. Tres cámaras de seguridad.
"Para idear tan desquiciado plan, no tiene buena seguridad. Eso nos facilita a nosotras actuar."
POV LIMÓN:
-Uva, ya sabes. Entras con Saint cuando ya no me veas — Me coloqué el micrófono escondido por detrás de mi cuello y me bajé.
Llegué hasta la entrada recordandome que debía respirar.
-¡Blue! — El hombre de la entrada me recibió.
-Ya vine — Dije cortante.
-Blue, querida. A la jefa le encantará saber que has venido antes de lo acordado — Se acercó a mi y me sujetó las manos por mi espalda
-Quiero ver a Freen — Le pedí de mejor manera posible.
Me arrastró a dentro del edificio basta llegar al ascensor.
"Es momento Limón, es momento".
Las puertas se cerraron y el sujeto marcó el piso cinco.
Me recosté de la pared y él me miro de mala gana.
-No es tu casa para que te acomodes — Me agarró del brazo y yo con el mismo impulso que él dio una parada en su entre pierna.
Él se agachó por el dolor y en un movimiento rápido alcé una rodilla con todas mis fuerzas para darle en su rostro. Con mi coso le di en su panza sacándole el aire y para terminar lo tomé de su cabeza y lo estampé contra la pared.
-¡Estos hombres! Ya no aguantan ni un rasguño — Dije con fastidio mientras observaba tirado en el suelo con la nariz rota.
Le saqué su arma y lo espoce con sus propias esposas.
-¿Para que la tienes si no la usas? — Guardé las llaves en mi bolsillo y me arreglé antes de que la puerta se abriera.
"Bien Blue, espero que hayas hecho tu parte". Salí con sumo cuidado del ascensor y caminé por donde había luz para encontrarme con Becky desarmando al sujeto desmayado en el suelo.
-Hermana, quien te viera. Tan enana y peligrosa — Le dije con una sonrisa y ella fingió una sonrisa.
-Vamos — Caminamos hasta llegar a la habitación setenta y siete.
-¿Crees que padre me perdone por espantarle a su última novia? — Le pregunté a Becky
-Deberías dejar que vuelva a hacer su vida amorosa, Limón. Él es un buen hombre — Me respondió y yo asentí.
Tenía razón, desde que mamá se fue, Padre se había dedicado a sus cuatro hijas totalmente y era egoísta de mi parte ahuyentarle a todas sus pretendientes.
-Esperen — El grito ahogado de Uva nos interrumpio, venía corriendo por el pasillo junto a Suppapong.
-Se tardaron — Becky les dijo.
-Bueno, pero mira el lado bueno. Abajo no quedan hombresotes — Uva sonrió mientras alzaba sus cejas de manera repetitiva.
-Bien ¿Lista? — Pregunté y los tres asintieron.
Tomé a Becky como rehén, me puse la capucha de mi abrigo y toqué a la puerta.
-¡Porto Blue! — Anuncié luego de aclarar mi garganta para que mi voz sonara diferente.
La puerta se abrió dejándome ver a Non. Él se volteó sin prestarnos atención. Solté a Becky, sabía lo que quería hacer y para nada le iba detener.
La escena me causó cierta gracia. Fue como soltar a un perro enojado contra la persona que lo hizo enojar.
Becky se abalanzó sobre Non con una patada haciendole caer. Se acercó y comenzó a patearlo las costillas.
Uva la detuvo y Suppapong agarró a Non.
-¡¿Padre?! — Grité, pero no recibí respuesta.
Las tres fuimos puerta por puerta hasta llegar a la última.
-¿Pa'? — Las tres dijimos a la vez al verlo amarrado a una silla e inconsciente.
Suppapong entró con nosotrad y nos ayudó a soltarlo.
-Esta inconsciente. Hay que llevarlo al hospital — Habla Saint luego de verificar los signos y éste asintió.
Entre las tres cargamos a Padre hasta que Suppapong junto a uno de sus amigos lo tomaron en sus hombros para llevarlo.
Miré a Becky quien le ajustaba las esposas a Non con una sonrisa de malicia. Lo comenzó a empujar y lo hizo bajar las escaleras a base de empujones y caídas.
Buenas, buenas! ¿Cómo están? Nuevo capítulo y esto se pone más interesante🤭.
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