ZingTruyen.Store

Esto Es Tan Cliche Bajifuyu

Dejó el teléfono de lado. Keisuke había leído su último mensaje y lo había dejado en visto, ya habían pasado cinco minutos.

¿Por qué no contestaba? ¿Se habría ido o tal ves se había sorprendido? No lo sabía.

El sueño estaba empezando a ganarle cuando el celular vibró nuevamente. Levantó una mano para tomarlo y vio con una sonrisa en su rostro que por fin el chico había respondido.

Baji:

¿Es enserio? Porque si es así te ganaras el cielo Chifuyu.

Soltó una risa pequeña y respondió.

Chifuyu:

Es enserio. Solo es una cena y puedo con eso ¿Cuándo sería?

Baji:

Le diré a mis padres, pero conociéndolos querrán que sea lo más pronto posible.

Chifuyu:

Está bien, solo avísame.

Baji:

Claro, por cierto. ¿Me pasas el número de tu amiga? De la que me hablaste el otro día, Rem, creo que se llamaba.

Chifuyu:

¿Para que quieres el número de Drammie?

Baji:

Para Emma, creo que quiere hablarle. ¿Me lo pasas? Le harías un favor a tu amiga también, dijiste que le gustaba mi hermana.

Chifuyu:

Yo dije que se le hacía linda. Pero si te lo paso, se verían bonitas juntas.

(Has enviado un contacto).

Baji:

Gracias, Chifuyu, te veo mañana en la escuela, descansa.

Dentro de su pecho sintió una gran calidez, y esperanza. ¿Lo vería mañana? Eso significaba que le iba a hablar en la escuela. Por alguna razón se puso nervioso.

Dejó su celular a un lado y vio que aún era temprano, así que tomó un libro de su escritorio y se tiró en la cama boca a bajo para empezar a leerlo. Era el libro que más recientemente le había prestado Mikey. Le estaba gustando mucho y se entretenía leyéndolo.

Cuando su vista le pesó y sintió que ya no podía seguir leyendo se rindió y dejo el libro ahí en la cama, se acostó en una posición cómoda y cerró los ojos descansado para el día siguiente.

Era una mala idea leer en la noche porque su vista se cansaba más rápido y no se concentraba, tenía casi siempre que dejar su historia a la mitad si quería descansar lo suficiente para tener tiempo de dormir y levantarse a una hora adecuada al día siguiente. Sin embargo era la única hora en que Chifuyu tenía tiempo de hacerlo, pues todo el demás tiempo estaba ocupado.

[...]

─Mamá, papá.─ Habló firmemente Keisuke mirando a sus padres, los cuales estaban sentados frente a él en la sala de su casa. ─Quiero que sepan que tengo novio.─

Lo había dicho, ellos no se lo esperaban en absoluto. Su madre estaba en un pequeño estado de shock. Su padre por otro lado lo veía a los ojos con desilusión.

Si, él sabía que sus padres esperaban verlo casado con una chica y que tuvieran hijos, pero así no serían las cosas. Tal vez el hijo si, pero no se casaría con una mujer, no le gustaban. Y era momento de que sus padres lo aceptaran, dolía, sabía que les dolía y se rehusaban pero al final tenían que hacerlo.

Esperó a que alguno dijera algo, pero no pasaba. Estaban en silencio y ahora su madre había bajado la vista al suelo sin saber que decir. Así que habló él nuevamente.

─Yo se que ustedes no quieren aceptarlo. Cuando les conté que era gay me quisieron obligar a pensar que era mentira y me dijeron que solo lo creerían hasta el día que les presentará a un chico como mi pareja. Bueno, el día llego. Tengo novio, soy gay, no me gustan las chicas; es más, no me atraen para nada físicamente y es algo que quiero que acepten.─

Concluyó su discurso. Tal vez había exagerado un poco, no es que las chicas no se le hicieran bonitas, sabía que era muy hermosas, pero no llegaban a gustarle de esa forma. No de la forma en que él siempre había sabido que le gustaban los chicos.

─Pero...─ Dijo su madre, sin embargo sintió un pequeño nudo en su garganta y no pudo hablar.

Su padre se acercó unos pasos y rendido por fin dijo algo.

─¿Quién es el chico?─

Keisuke sonrió victorioso.

─Chifuyu, Matsuno Chifuyu.─ Sus padres se miraron, el nombre se les hacía conocido, y vaya que lo conocían. ─Es el vecino.─

Sus padres en ese momento lo recordaron. Recordaron al lindo chico que vivía en la casa de al lado. Que varias veces habían visto cuando salían a la calle o de vez en cuando, cuando iban a su casa a pedir algo que les hiciera falta como un poco de azúcar.

─Bueno, es lindo al menos.─ Comentó su madre, con decepción pero esperanza al mismo tiempo.

─No sabía que fueras cercano a él.─ Dijo el señor Baji. ─Pero creo que como tu madre dice, es lindo. Podría ser peor ¿no creen?─ Trato de hacer un comentario chistoso para aligerar el ambiente. ─Dile que venga, queremos conocerlo.─

Ya lo presentía, sus padres eran tan predecibles a veces.

─¿Cuándo quieren que venga? Les aviso que él trabaja medio día así que no tiene mucho tiempo libre.─ Les informó recordando que Chifuyu trabajaba en las tardes.

─Mañana en la noche ¿crees que pueda?─ La voz de su madre sonó más alegre, lo cual lo motivo bastante.

─Supongo que si, yo le diré. Los veo mañana, debo ir a dormir.─

Se acercó a sus padres para despedirse y les dio un beso a ambos en la mejilla. Atravesó la sala en pocos pasos para subir las escaleras. Justo en el primer escalón vio a su hermana.

Emma estaba en la escalera, asomándose lo más que podía, seguramente para oír la plática que estaba teniendo con sus padres.

─¿Por qué espiabas? Pudiste entrar a la conversación.─

─Creí que se armaría una guerra campal y me quise mantener a salvo.─ Comentó divertida. Sus lentes estaban un poco empañados, se los quito para limpiarlos con el borde de su camiseta blanca de dormir. ─No espere que reaccionaran tan bien.─

Keisuke suspiró, él tampoco se había esperado esa reacción. Pero conociendo a sus padres después del primer día que les dijo que era gay, se habían mantenido pensando en eso y posiblemente se habían preparado mentalmente.

─Al final somos sus hijos, y deben aceptarnos como somos.─ Dijo con voz neutra. ─Si todo sale bien en la cena de mañana tu deberás cumplir lo que me prometiste.─

Emma desvío los ojos arrepintiéndose que haber hecho aquel trato. Salir del closet sería algo muy difícil.

─Si, si, si. Lo recuerdo, por cierto ¿cómo hiciste que Chifuyu aceptara?─ El pelinegro se encogió de hombros.

─Ni yo lo sé, él acepto y ya. Creo que es una persona demasiado buena y amable, que hace lo que esté en sus manos para ayudar a alguien, eso es lindo.─

─Cuidado con como tratas a ese chico. Apenas le has comenzado a hablar y ya hablas así de bien de él.─ Ladeó un poco la cabeza. ─Te podrías enamorar.─

Keisuke sonrió negando con la cabeza, siguió su camino por la escalera rumbo a su cuarto dejando atrás a su hermana.

─Tendré cuidado entonces. Por cierto, te enviaré el número de Rem, deberías de hablarle.─ Y a pesar de ir de espaldas, sabía que Emma en ese momento tenía las mejillas sonrojadas.

[...]

Por suerte, Chifuyu había llegado a la escuela un segundo antes de que las puertas de las aulas se cerrarán. Tal vez había sido mala idea quedarse leyendo hasta tarde. Entró a las clases agradeciendo al cielo de haberse despertado un poco antes de la hora y haber alcanzado un autobús.

Las clases pasaron rápido y se encontró de un momento a otro con sus amigos como siempre sentados debajo de el árbol en el que solían almorzar.

Drammie entusiasmada estaba hablando con los chicos, contando algo sumamente importante para ella.

─Y se los juro... ¡Me envió un mensaje! Pero no sé cómo consiguió mi número... esperen, eso significa que lo investigó, y si lo investigó es porque le gusto ¿no es así? ¡Oh por dios, le gusto a Emma! Agárrenme que me desmayo.

Por fuera Chifuyu estaba riendo con la actitud de adolescente enamorada que tenía su amiga, al igual que Mikey y Takemichi actuaban de la misma forma entre ellos. Pero por dentro se sentía tranquilo con él mismo de haberle dado el número a Keisuke y haberle contado de la atracción que sentía Drammie hacia su hermana.

─Quien diría que le gustarías a esa chica... es decir, Drammie, eres muy hermosa, claro que le gustarías.─ Comentó Mikey alegremente. Pero esa alegría se esfumó cuando Takemichi volteo a verlo, lanzándole una mirada asesina por haber llamado a la chica "hermosa". ─Bueno, hermosa en general, ya sabes yo tengo otro tipo de estándar de belleza que muy pocos cumplen, aparte yo voy más para el otro lado.─ Dijo lo último dedicándole una mirada nada discreta al rubio teñido.

Los chicos rieron por aquello, Drammie habló.

─Ya se que soy muy hermosa, Mikey, pero eso. ¿Qué tiene que ver con que le guste Emma? No le veo lo raro.

─Lo raro no es que le gustes. Es que te haya hablado, lo he visto varias veces y suelen molestarla por su apariencia. Debido a eso no tiene muchos amigos, y no le habla a casi nadie.─ Le explicó esta vez Takemichi.

Drammie hizo una mueca ante sus palabras y puso una expresión de enojo.

─No puedo creer que la traten mal y digan que es por su "apariencia" ¡si ella es muy linda!─ Exclamó enojada. ─Le partiré la boca al que oiga decir algo así.

─Tal vez quiere salir adelante de todo eso.─ Habló Chifuyu recordando lo que Keisuke le había dicho, de que Emma había tenido depresión y estaba apenas saliendo de ella. ─Es linda, pero Drammie también lo es, aún si tuviera dudas y miedos generados por los malos tratos ella sabe lo que vale, y es muy valiente de su parte querer intentar algo con Drammie. No le rompas el corazón, amiga, y hazle saber lo mucho que vale.─ Pidió amablemente, sabía que la rubia de bonitos ojos miel merecía ser feliz.

─Vaya... nunca había oído a alguien que no sea de mi familia o Kazutora hablar tan bien de mi hermana.─ Ante esa voz todos voltearon. Keisuke estaba ahí parado con un pantalón gris y una camisa holgada viéndolos. ─Y Rem, a mi hermana también le gustas.

La chica se sonrojó y se quedó en silencio, como todos los demás. Ninguno tenía idea de porque ese chico estaba ahí y había oído su plática. Se suponía que él y Chifuyu simplemente resolvieron sus diferencias el día del castigo y ya está, o eso es lo último que les habían contado.

El rubio se reprochó por no haber contado nada lo que habían sucedido los últimos días a sus amigos. Después lo explicaría.

─¿Podemos hablar un segundo, Chifuyu?

Él, sin pensarlo ni un segundo asintió y se puso de pie. Se alejó de sus amigos siguiendo a Keisuke por los pasillos de la escuela bajo su atenta mirada.


Bạn đang đọc truyện trên: ZingTruyen.Store