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El Nino De Los Ojos Azules Gojohime Cancelada

—Yoshio... No esta...

La voz de Ijichi fue contundente y fría

Gojo sentía que su alma casi abandona su cuerpo al escuchar eso

Por primera vez, Gojo se sentía morir y si no encontraba a su hijo pronto, era seguro que Utahime lo mataría por fin



Unas horas atrás...

Domingo

El plan de Gojo era muy sencillo para ese día

Llevaria a Yoshio a la torre de Tokio antes de regresarlo a Kioto con Utahime antes de las 7 p.m. como habían acordado

Así que ese día se habían levantado temprano y con muy buen humor

—Terminando tu desayuno, iremos a la torre de Tokio como te lo prometí, así que lleva ropa cómoda — comento Gojo sirviéndole a su hijo unos huevos revueltos

Eso de la paternidad se lo estaba tomando en serio y más con un niño que comía demasiado como él

—¡Yei! ¡Al fin conoceré dicho lugar!— dijo Yoshio muy emocionado

Parecía que todo iba a ir de maravilla... eso hasta que el trabajo llamó al teléfono

El celular de Gojo empezó a sonar con insistencia

—¡Hola, Aquí el hechicero más fuerte!— contesto Gojo giñendole el ojo a su hijo

Aquel niño solo río por aquel gesto mientras se llevaba más comida a la boca

—Satoru querido, que bueno que contestas — era Reiko quien le estaba llamando

—Reiko, hermosa dime ¿Pasa algo para recibir tu llamada en mi día libre?— pregunto Gojo muy curioso

Aquel albino se levantó de la mesa y se fue a la sala para contestar aquella llamada de su "aliada"

Yoshio hizo una mueca al escuchar hablar a su padre así con otra mujer que no fuera su madre

Así que volvió a romper la regla de la "privacidad" y se fue a la sala a espiar a su padre

—¿Quién demonios es Reiko? ¿Acaso será la "novia" de papá?— se cuestionó Yoshio mentalmente mientras se escabulló a la sala

—Si pasa algo importante cariño— dijo Reiko sonriendo desde el otro lado de la bocina

Bastaron pocos días para que esos dos se hablaran muy cariñosamente

Últimamente estaban coqueteando descaradamente, sobre todo Satoru

—¿Qué ocurre querida? ¿Para que necesitas de mis servicios?— preguntó Gojo con una gran sonrisa

—Iré al grano, hay una maldición de categoría especial en uno de los espacios más concurridos de Tokio, más específicamente en un edificio un tanto antiguo cerca del Harajuku y queríamos que la elimines de una vez por todas ya que nos anda "causando" ciertos problemas actualmente — explicó Reiko mientras jugaba con un mechón de su cabello

Gojo por el otro lado de la bocina rasco su cabeza mientras veía por la ventana, aquello hacía que sus planes con su hijo se vinieran abajo

—¡Oh ya veo! ¿Pero en serio tiene que ser en mi día libre? Este día realmente estoy ocupado— contesto Gojo mirando levemente a la cocina

—Lo siento amor, pero es algo que de verdad necesitamos que elimines antes de que acabe con otra vida, me gustaría que fuera de otra manera, pero ya sabes un trato es un trato, trabajo es trabajo... — comento Reiko

—mmmm— A Gojo no le agradaba esa idea

—Te conviene que hagas esta misión cariño, hay un santuario aquí en Tokio que está interesado en tu trabajo y en si ellos fueron los que pidieron que hagas esta misión — decía Reiko tratando de sonar convincente

—¿Así? ¿De Cuál santuario estamos hablando?— pregunto Gojo con curiosidad

—El templo budista Sensō—ji cariño— contesto Reiko con alegría

Una risita invadió a Gojo ya que ese era un templo importante en su lista

—Perfecto, entonces tratare de cumplir pronto esa misión porque tengo un compromiso muy importante más tarde —contesto Gojo con demasiada alegría

—Me alegra oír eso querido, en seguida te mandare los detalles y quizás hasta pueda pagarte con un extra... —dijo Reiko coquetamente

Aquello sonaba tentador
—Los detalles los discutiremos en un rato querida, por ahora debo ir a exterminar esa maldición— Gojo le contesto pícaramente

—Perfecto, por algo eres el mejor... muack— aquel beso se escuchó por aquella bocina

Gojo sonreía por aquello mientras colgaba aquella llamada

Yoshio alcanzo a escuchar un poco de aquello, así que salió rápidamente del sillón

—¡¿Ya no iremos a la torre de Tokio?!— pregunto molesto

Gojo se sorprendió un poco al ver a su hijo salir de ese sillón

—¿Con que estabas escuchando, eh? ¿Tu madre no te dijo que es de mala educación escuchar las pláticas ajenas?— pregunto Gojo

Yoshio en ese momento estaba haciendo una mueca igualita a su madre con sus manos en la cadera

—Si me ha regañado por eso, pero me ha dicho que es mucho peor romper una promesa como el no ir a la torre de Tokio— respondió muy molesto

—De verdad te pareces a Utahime cuando está molesta —dijo Gojo sonriendo tiernamente

—Saturron ¿Ya no vamos a ir a la torre de Tokio? ¿Si o no?— pregunto Yoshio

Sentía que su padre lo estaba decepcionado

—Haremos algo mejor — dijo Gojo acariciando el cabello de su hijo

—¿Qué es mejor que ir a la torre de Tokio?—comento con sus brazos cruzados

—¡Iremos a exterminar una maldición!— contesto con una gran sonrisa

—¡Pero mamá no quiere que haga nada de eso!— dijo Yoshio sin quitar la mueca de sus labios

—Pero tu madre no tiene que saberlo ¿O si?—se llevó el dedo índice a sus labios en señal de guardar un secreto

Yoshio sonrió ante tal detalle

Aquello quizás podría ser buena idea... ¿No?




Pasadas del medio día

Gojo a último momento acepto aquella misión que le habían dado

Así que padre e hijo iban rumbo a aquella misión

Ijichi iba conduciendo mientras decía los detalles de la misión

—Según el informe que mando Reiko san— hablaba el asistente mirando el GPS

—Nuestra misión está dentro de uno de los lugares más importantes de Tokio, debemos eliminar una maldición que ellos han denominado como categoría especial, la cual recorre todo el complejo alimentándose de algunas personas y animales—

—Para mí personalmente no parece entrar en categoría especial, esas características siempre han sido algo común en maldiciones que viven en lugares del bajo mundo— dijo Gojo jugando un poco con Yoshio

—¿Bajo mundo?— cuestiono Yoshio confundido

—Al mercado al que vamos también era conocido en el mundo de la hechicería como un lugar de intercambios, había algunos "hechiceros" que ofrecían sus trabajos a la gente que no es como nosotros— Gojo acomodo su venda negra en su rostro mientras explicaba

—Además los mercados también son lugares donde se acumula energía negativa de manera inconsciente, de ahí que algunos tengas "leyendas urbanas" o "yokais"— le dedico una sonrisa a su hijo

Yoshio levantó una ceja al ver a su padre con esa cosa en el rostro

—Viejo... ¿Qué demonios traes en la cara? ¿Acaso puedes ver con esa cosa en los ojos? ¿Es un antifaz?— cuestiono Yoshio moviendo su manita frente a su padre

Gojo se carcajeo un poco
—Esto es parte del uniforme — dijo subiendo un momento su vendaje negro

— ¡Y claro que puedo ver con esto! Como los ojos por parte del clan Gojo son tan especiales, podemos ver la energía maldita aún con los ojos cerrados... por eso mismo debemos cuidarnos de nuestros enemigos— levanto las cejas

—Yo pensé que sería algo así como un antifaz tipo "súper héroe"— contesto Yoshio con un puchero

—La palabra "héroe" muchas veces no encaja con ser un hechicero, pero eso no te impide ayudar a las personas, sobre todo a los más débiles — su padre le respondió con una sonrisa

A Yoshio no le pareció aquella respuesta, su puchero persistía

Aquel gesto fue muy tierno por parte de aquel pequeño, eso hizo que su padre lo despeinara un poco

Gojo saco sus gafas de sol redondas que siempre cargaba consigo

—Hablando del clan Gojo, creo que es momento de que tengas estas— le entrego a Yoshio aquellas gafas, quien abrió grande sus ojos azules por la sorpresa

Su progenitor dibujó una gran sonrisa en su rostro, ya que esas gafas le recordaban a Yaga ya que por él había adquirido el gusto por aquel accesorio

—¿Tus gafas de sol?— Yoshio estaba sorprendido por aquel regalo

—Así es, como eres un miembro oficial del clan Gojo las necesitarás, además así podrás ocultar un poco tu llamativo "don" — comento su padre orgulloso de aquello

—Eso y porque a las maldiciones no les gusta que las miren directamente, por eso muchos hechiceros cubren sus ojos— comento Ijichi mirándolos por el retrovisor

—Ijichi no arruines este momento padre e hijo o te golpeo — contesto el albino lanzándole una mirada intimidante

Aquel asistente mejor cerró la boca mientras seguía condiciendo

—Pero... mi apellido es Iori, No tengo el apellido Gojo — comento Yoshio haciendo su cabeza un poco de lado

—De eso no te preocupes — su padre movió sus manos de manera simplona y después dijo con orgullo —Tu eres un Gojo y considérate como uno — trono sus dedos

—Ya después hablaremos con tu madre sobre "arreglar" lo de tu apellido— soltó Gojo con gran felicidad

Ijichi suspiro
—Yo creo que eso es una mala idea...— musito levemente

Gojo alcanzo a escuchar aquel comentario, así que le soltó un golpe a su asiento, haciendo que Ijichi se asustara y casi se golpeara la cara con el volante del auto

Ijichi chilló por el susto, después rechino los dientes y acomodo sus gafas las cuales se habían resbalado de su tabique

Empezaba a arrepentirse de seguir trabajando para él

Yoshio se puso las gafas que le entregó su padre y efectivamente, aún podía ver con ellas

—¿Cuantos dedos tengo aquí?— pregunto su padre divertido por ver a su mini copia con aquel accesorio

—Tres — contesto Yoshio con una gran sonrisa

—Perfecto y — Gojo paso su mano detrás de la cabeza de su hijo y levantó dos dedos

—Vamos a ponerte a prueba... ¿Y ahora?— Gojo pregunto curioso

Yoshio apretó un poco sus labios, aún era muy inexperto en usar dicho poder que le cansaba demasiado rápido

—¿Cinco?— respondió con duda

Gojo hizo el clásico ruido de error

—Error ❌... eran dos, pero no te preocupes enano — acarició su mejilla
—Con práctica podrás controlar tu poder muy pronto —

Yoshio sonrió un poco y se encogió de hombros

—¡oh! ¡Hemos llegado!— Gojo se emocionó al ver aquella parte de la ciudad, llena de gente a la cual habían ingresado



Pasadas de la 01:00 p.m.

Aquellos tres varones entraron en aquel complejo

Yoshio llevaba puesta la capucha de su sudadera color blanco, la cual en la espalda tenía el logotipo de su caricatura favorita y de paso traía puestos sus nuevas y heredadas gafas oscuras

Aquel niño parecía estar muy contento, que incluso se le oía tararear algo y eso le llamo la atención de su padre

—¿Huh? ¿Qué tarareas? Y ¿Por qué traes la capucha de tu sudadera puesta? Está haciendo demasiado calor — cuestionó su padre mirándolo curioso mientras caminaba a su lado

—Tarareo la canción de mi caricatura favorita la la la — ese pequeño tenía una linda entonación, aquello lo heredó de su madre

—Y la capucha es para pasar desapercibido, ¿Tu lo dijiste no? Esa cosa fea en tu cara es parte de tu uniforme y además para que no vean tus ojos, así que pensé que también yo necesitaba un disfraz para esta misión — dijo aquel pequeño riendo un poco

Su padre sonrió por el ingenio de su hijo, digno de un descendiente de Sugawara no Michizane

—Aunque sea vas discreto... sería una mala idea que alguien te descubriera— comento Ijichi quien iba a su lado

—¿Por qué cuatro ojos?— cuestiono Yoshio curioso

—Por qué...— cuando Ijichi iba a explicar el porqué

El grito desgarrador de una mujer y lo siguiente que sucedió desconcertó a esos tres

—¡Ichiro!

Aquella mujer corrió hacia Yoshio, lo tomó entre sus brazos y le quito aquella capucha y gafas de sol con rudeza

—¡Ichiro!

Repitió aquel nombre, su rostro estaba demacrado por el dolor que solo experimenta una madre

Yoshio grito del susto ya que aquella mujer lo sujeto fuertemente de los hombros

—¡No eres Ichiro!— dijo aquella mujer con demasiadas lágrimas en los ojos

—¿Señora está bien?— Ijichi estaba nervioso

— ¡Deje a mi hijo!— Gojo rápidamente tomó a Yoshio del hombro y lo alejo de aquella mujer cubriéndolo hacia su espalda

Yoshio del susto se aferró a su padre

—Lo siento...— empezó a decir aquella mujer sollozando amargamente

—¡Pensé que era mi hijo! — su voz era desgarradora —¡No encuentro a mi hijo! ¡No sé dónde está! ¡Se acaba de perder!¡Alguien se lo ha llevado! —Miro a Yoshio con una gran tristeza

—Traía puesta esa misma sudadera que este pequeño, es casi de su altura solo que mi Ichiro tiene el cabello rubio y sus ojos son un tanto violetas ¡Por favor! ¡Ayúdenme a encontrarlo! ¿No lo han visto? ¡Es él!— saco su celular y mostró una foto de aquel niño

Aquella mujer estaba muy mal y aquello le daba un gran pesar a Yoshio, ya que le recordaba a su madre el día que salió del santuario

—Lo siento, pero no hemos visto a nadie con estas características — dijo Gojo con indiferencia

Aquellas palabras hicieron que Yoshio lo mirara sorprendido por lo frío que su padre se dirigía a aquella mujer

— Disculpe pero... ¿Ya aviso a la policía?— cuestiono Ijichi acercándose a la mujer, quien se soltó a llorar más

—¡Dicen que están muy ocupados con algo más importante que acaba de suceder!— soltó con desesperación aquella mujer —¡Por favor! ¡Ayúdenme!—

Ijichi volteó a ver a Gojo, este tenía la última decisión

El rostro del hechicero tenía una pequeña mueca analizando aquello

—Lo siento señora... pero nosotros tenemos algo prisa, lo mejor que puede hacer es seguir insistiéndole a la policía que la ayudé — dijo el albino manteniéndose firme

Gojo dio unos pasos hacia atrás sujetando a su hijo del hombro —Con permiso...—

Aquella mujer se soltó a llorar más y miró a Yoshio con una profunda tristeza

—¡Ichiro!— grito aquella mujer dirigiéndose a otras personas que pasaban por ahí

—¡Disculpen, ¿Ha visto a este niño?!— decía aquella mujer con desesperación

Yoshio miro a su padre y le jalo un poco de su pantalón

—¡Papá! ¡Debemos ayudarla!— dijo parándose frente a su padre

Gojo levantó su venda para mirarlo directamente a los ojos

Su pequeño también hizo lo mismo con sus gafas oscuras

—¡Debemos ayudarla!

—No

Soltó Gojo un tanto molesto

—¿Eh? ¡Pero eres el hechicero más fuerte! ¡Debemos ayudarla papá!— dijo Yoshio tratando de convencer a su padre con ojos de cachorro

—Yoshio, tenemos prisa y además ese asunto no nos incumbe.

—¡Pero los hechiceros también son héroes!— soltó aquel pequeño en una suplica

—Como te dije Yoshio, la palabra héroe a veces no entra en nuestro vocabulario.

—Además — empezó a intervenir Ijichi
— la mujer no tenía energía maldita y tampoco parecía ser un hechicero, nosotros NO nos metemos en asuntos "comunes", nosotros intervenimos con asuntos que tengan que ver con energía maldita y maldiciones— acomodó sus lentes

—Por ese motivo, a nosotros no nos incumbe este problema, le incumbe a las personas de seguridad — comento Gojo firmemente

—¡Quizás ella no es un hechicero! Pero... pero siento que ese niño es igual a mí, ese niño tiene energía maldita ¡Puedo sentirlo!— suplico Yoshio tomando la mano de su padre

Gojo guardo silencio, estaba en un dilema...

Miro un reloj digital que tenían en aquel pasillo, ya casi serían las dos de la tarde y el tiempo también se les estaba acabando a esos tres

—¿Quieres ir a la torre de Tokio sí o no?— Gojo cruzo los brazos

Yoshio suspiro e hizo una gran mueca de inconformidad —Si— soltó

—Entonces andando, ponte la capucha y las gafas, debemos evitar que alguien te vea.

Su padre pasó de lado hacia él, el pobre niño suspiro de desanimó

—Vamos.

Ijichi le tendió la mano para que no se fuera a escapar, aquel pequeño suspiro y tomó de mala gana la mano del asistente

Los tres varones llegaron a donde se les había citado, era una parte que estaba resguardada por unas personas de seguridad

Habían sacado a la mitad de los transeúntes y visitante diciendo que había capturado a un sospechoso de querer cometer un atentado con gas venenoso y que estaban buscando dichos dispositivos dentro del lugar restringido

—¿Qué diablos es eso?

Pregunto Yoshio sorprendido al ver una especie de velo negro frente a ellos

—¿Una pantalla?— cuestiono Ijichi

—¡Oh llegaron un poco tarde!— una voz masculina les alertó

En ese momento, Ijichi trató de ocultar a Yoshio detrás de él y de Gojo

—¡Yooo! ¡Qué tal Jiro! Mi lema es mejor tarde que nunca— soltó Gojo con una gran sonrisa

—Si lo dice una leyenda como usted debe ser cierto— dijo aquel joven con una gran sonrisa

Ijichi aclaró su garganta
—¿Cuál es la situación actual?

Jiro suspiro y se encogió de hombros
—Bueno... actualmente dentro de este velo esta la maldición que queremos que elimines, sin embargo, también quedaron atrapados algunos civiles y sospechamos que también hay algunos hechiceros ahí dentro, no sabemos con exactitud a que vinieron ellos— se acercó a dicha barrera

—Parece que este velo deja entrar a las personas con energía maldita pero una vez dentro no deja que se localicen fácilmente, además que al parecer solo los civiles pueden salir de ella... creemos que algún hechicero que está ahí dentro la puso y de paso eso despertó la furia de la maldición — Jiro mostró que su mano si podía traspasar aquella barrera fácilmente

—Interesante, entonces ¿Mi misión solo es eliminar esa maldición, no?— cuestiono Gojo

—¡Así es! Traten de no involucrarse con los demás ahí dentro, solo eliminen a la maldición ¡Oh! ¡Y una cosa más!...— Jiro vacilo un instante

De una cara seria cambio a una cara relajada
—Ahí dentro esta algo que mi familia a estado "buscando" desde hacía un tiempo, así que no se preocupen si ven a mi hermano por ahí, ustedes solo concéntrese en eliminar al objetivo ¿Entendido?—

—¿Algo que buscan?— cuestiono Ijichi acomodando sus gafas —¿Qué están buscando específicamente?—

Jiro volvió a vacilar —Eso es confidencial—

A Ijichi se le hizo un tanto extraño aquella declaración, aquella misión parecía ser muy extraña desde el inicio

—¡OK! Entonces será tarea fácil acabar con esa maldición — Gojo se trono los dedos

En aquel momento, los ojos dorados de Jiro notaron a Yoshio que estaba escondido detrás de Gojo

—¿Quién es el niño?— pregunto curioso

Yoshio sintió una extraña energía venir de aquel adulto, que rápidamente se siguió escondiendo detrás de su padre y guardo silencio

—¡Ah él es...! Es..— soltó Ijichi nervioso, miro a Gojo esperando que no la cagara

—Es un pequeño aprendiz, no le prestes demasiada atención, es hijo de una amiga — dijo Gojo con una gran sonrisa

Jiro levantó una ceja y se agachó levemente
—Ya veo... supongo que es bueno que aprenda como ser un hechicero desde muy pequeño
¿Como te llamas?... siento una peculiar energía maldita salir de ti...—

Los ojos dorados de aquel sujeto le daban mala espina a Yoshio, a pesar de que ese sujeto se veía débil... algo en él le daba miedo

—Él es...— Gojo fue interrumpido ya que una llamada entró al teléfono de Jiro

—¡Oh esto es algo urgente! Bueno, no les quito más su tiempo— se alejó contestando aquella llamada

Gojo suspiro de alivio al igual que Ijichi

—¡Andando! ¡Acabemos de una vez con esto para salir de aquí!— dijo Gojo tomando la mano de su hijo

Yoshio miro una vez más a Jiro antes de sumergirse en aquel velo negro y alcanzo a escuchar algo extraño

—¿Qué? ¿Cómo que se te escapo? ¡Demonios! ¡Usa a tu necromante para encontrarlo, debemos llevárnoslo sano, sino Reiko nos va a matar!— Jiro sonaba muy preocupado

Pero aquellas palabras fueron pasajeras ya que Yoshio sintió una energía muy pesada dentro de aquel velo que hizo que las olvidara

—¡Wow! ¿Qué es esto?— se levantó aquellas gafas de sol ante lo gris que se veía el lugar

—Esto es una pantalla, Generalmente son utilizadas para ocultar al mundo "común" las actividades y técnicas que realizan los hechiceros en un determinado lugar, así de este modo los civiles no serán testigos de las maldiciones o de nuestra existencia — respondió Ijichi como buen tutor

—¡Wow!— soltó Yoshio sorprendido

Gojo trato de sacar su mano para comprobar si lo que dijo Jiro era verdad y en efecto, la barrera lo rechazaba

—Bueno Yoshio — se giró a su hijo con una gran sonrisa
—Quiero que te portes bien ¿Entendido? ¡No te alejes de mí! Acabaremos rápido esta misión para ir a la torre de Tokio ¿De acuerdo?—

Yoshio hizo un gran si con su cabeza
—¡Entendido!

Ijichi miro su celular, no había señal como había dicho Jiro

—¡Bien! ¡Andando! Vamos a divertirnos un poco — Sonrió Gojo tomando la mano de su hijo

Parecía como si ambos estaban en un parque de diversiones, ya que se estaban divirtiendo con todo lo que veían

Incluso Gojo llevo a su hijo sobre sus hombros en varias ocasiones mientras seguían buscando a la maldición

Estuvieron vagando por un rato por toda aquella zona, pero se le empezó a hacer muy extraño que no veían civiles ni aparecían las demás personas que Jiro nombró

—¿Acaso ya se los habrá comido la maldición?— comento Gojo analizando lo que sus ojos alcanzaban a ver

—Gojo san... esto es muy extraño— comento Ijichi mirando a todos lados

—Demasiado, se sienten varias energías malditas al mismo tiempo y en todas direcciones— comento Gojo mientras se concentraba en unas huellas que eran evidencia de rastros de energía maldita

—Tienes razón, se siente una presencia muy cerca pero no se ve nada... además los teléfonos no sirven aquí dentro— comento el asistente

—¿hmmmm? ¿Dónde estará la dichosa maldición?

Gojo empezó a concentrarse en aquello, mientras Yoshio veía en algunos establecimientos y tarareaba un poco

Algo llamó la atención de aquel pequeño y era un sollozo que provenía del pasillo

—¿Hum?— hizo su cabeza hacia a un lado mientras se asomaba en aquel lugar

Cuando iba a dar un paso más, Ijichi lo jalo

—¿A dónde crees que vas jovencito?

Yoshio grito un poco
—¡Cuatro ojos me asustas!

—¡No debes alejarte de nosotros!— comento Ijichi molesto

—No me estaba alejando ... es solo que— Yoshio miro hacia el pasillo — se me hizo haber escuchado un llanto venir de por ahí— apunto al pasillo

Gojo se asomó para ver si lo que decía su hijo era cierto

—Yo no veo ni escucho nada.

—¿Acaso será la maldición? Pudiera ser que sea del tipo "yokai" que asusta a la gente— cuestiono Ijichi

—Vengan, por aquí y no se separen— comento Gojo llevándose las manos a la nuca y también tarareando un poco mientras caminaba por aquel pasillo

—Pero yo escuche algo...— comento el niño en voz baja

Pensó que sus ojos lo estaban engañando, ya que se le hizo ver visto a alguien correr por ese pasillo

—¡Yoshio, Andado!— ordeno Gojo haciendo que su hijo corriera detrás de él

Los minutos pasaban y al fin, después de recorrer más allá de la barrera pudieron encontrar aquella maldición

—¡Puaj! Como apesta...— dijo Yoshio arrugado la nariz

En ese momento, Ijichi detuvo a Yoshio para que no viera aquella espantosa escena

—Vaya vaya... una maldición necromante — dijo Gojo con una gran sonrisa

Aquella retorcida maldición estaba a punto de comerse a dos personas que estaban inconscientes en el suelo

Uno era un hombre de mediana edad y la otra persona era una mujer que estaba contra la pared

Ambos parecían ser civiles

Gojo tronó sus dedos
—Bueno, es hora de que acabemos con esto—

—Yoshio presta atención — comento su padre muy orgulloso de lo que iba a hacer

—Será mejor que te quedes detrás mío, esto puede ser muy peligroso — comento Ijichi mirando por última vez a Yoshio

Pero en aquel momento la concentración del niño se desvió, de nuevo escucho un sollozo, pero ahora acompañado por el grito de un pequeño

Al mirar hacia la derecha, por el pasillo vio como un niño rubio corría a toda velocidad como escapando de algo

Mientras su padre exterminaba aquella cosa, Yoshio se escabulló hacia donde había visto a aquel niño sin que Ijichi se diera cuenta, ya que este estaba entretenido tratando de averiguar qué demonios le pasaba a su celular

Bien dicen que las cosas suceden en un descuido

Yoshio giro a la izquierda, luego a la derecha y siguió su instinto ya que aquel lugar parecía un laberinto

—¡Hey Niño!

Grito Yoshio corriendo un poco más al ver a alguien de su altura correr por ahí

Y después de escuchar unos pasos más, fue ahí donde encontró a aquel niño rubio con la misma sudadera de que el, acorralado contra la pared

—¡Ayuda!

Grito aquel pequeño, que lloraba desconsoladamente ya que una maldición se estaba acercando a él

Y cuando esta iba a brincar para atacarlo, a aquella maldición le cayó algo sobre la cabeza

—¡Hey! ¡Por aquí cosa fea!— grito Yoshio mientras le aventaba otra lata de refresco

—¡Niño Corre!— Ordeno Yoshio a aquel pequeño mientras la maldición iba hacia él para distraerlo

Y así fue, el rubio se levantó y corrió por el pasillo mientras Yoshio trataba de perder aquella maldición

Yoshio Recordó un poco lo que aprendió con Megumi, así que lo puso en práctica

—¡Por aquí cosa fea!— le saco la lengua mientras entraba a un local

Aquella maldición lo siguió hasta aquel lugar, donde Yoshio logró escapar de ahí Y cerró como pudo aquella puerta

Y cuando corría hacia la otra dirección por donde había venido, tropezó con aquel niño rubio de frente, haciendo que ambos cayeran de trasero y con un fuerte golpe en la frente

—¡Auch! ¡Fíjate por donde vas!

Dijo Yoshio con demasiada molestia

—¡Lo...Lo siento!— sollozaba aquel niño a moco tendido

Yoshio se levantó
—¿Eres el niño perdido cierto?

Aquel niño seguía sollozando
—No estaba — limpiaba sus mocos — perdido, en realidad — lloraba — yo estaba escapando... de... de... unos... unos hombres me capturaron— limpiaba su nariz con su brazo

Yoshio le tendió la mano y al tratar de ayudarlo para levantarse, este niño le dio una leve descargar

Aquel pequeño de ojos azules sintió como por su mano pasaba una leve descarga eléctrica

—¡Auch!— soltó la mano de aquel niño muy sorprendido —¿Qué demonios fue eso?—

—¡Lo...Lo siento!— lloriqueo de nuevo el rubio —Estas descar... descargas... solo me... me pasa con ciertas personas... personas que están — el niño sollozaba demasiado

—Malditas— soltó Yoshio mirándolo

Aquel niño hizo un si con su cabeza

—Bueno, se ve que tienes mucha energía maldita como yo — dijo Yoshio con una sonrisa —¿Eres hijo de un hechicero? ¿O acaso solo estás maldito? —

—Lo primero— sollozo — mi abuelo es un hechicero al igual que mi papá ¿Ta...También tu estas maldito?— aquel rubio seco sus lágrimas

—También jeje, un gusto soy Gojo Yoshio— se presentó de nuevo dándole la mano

—Mi... Minamoto Ichiro— soltó aquel niño cubriendo su manita con la manga de sudadera para ya no darle más descargaras a Yoshio

Aquel sería el inicio de una linda amistad... un nuevo one and only en esta vida estaba por nacer

—Y ¿De quién escapabas?— pregunto Yoshio curioso

—¡De él! — grito ichiro asustado al ver a un hombre alto que apareció de la nada

Los niños trataron de escapar, pero frente a ellos apareció otro hombre

Yoshio sintió desespero, ya que esos dos eran hechiceros y de ellos salía demasiada energía maldita

Estaban en peligro

Ambos niños trataron de escapar, pero fue inútil ya que esos dos cubrieron sus bocas una vez que los sujetaron entre sus brazos

Aunque Yoshio trató de morder a su captor, este lo noqueó con un golpe en la nuca

En el forcejeo, Yoshio dejó caer las gafas de su padre, las cuales fueron aplastadas por completo

—Este niño tiene demasiada energía maldita y muy pesada — dijo uno de los captores —¿Qué hacemos con el?—

—Hay que llevárnoslo, quizás podamos pedir una recompensa por este o quizás también le interese a nuestro cliente ya que tiene unos ojos muy llamativos— dijo su compañero abriendo levemente el ojo inconsciente de Yoshio

Ambos sintieron un escalofrío al hacer aquello

—¿Fue mi imaginación o la mirada de este mocoso se parece a la de Gojo Satoru?— comento uno de los captores

—¡Debe ser tu imaginación! ¡Ese hechicero no tiene descendencia! ¡Ahora andando, debemos llevarlos a la bodega!— dijo aquel hombre cargando a Yoshio

¿Qué planeaban esos dos con esos niños?

Fue demasiado tarde cuando Ijichi y Gojo se dieron cuenta de que Yoshio había desaparecido

Habían encontrado sus gafas de sol pisoteadas e Ijichi noto un rastro de energía maldita venir de un hechicero

Gojo sintió el alma salir de su cuerpo

—¿Quién demonios se llevó a mi hijo?



•❅──────✧✦✧──────❅•

Espero les haya gustado este capitulo

Como dato histórico porque me gusta poner cosas de ese estilo en mis fics

El clan Minamoto fue importante durante la época en que Sugawara no Michizane estuvo vivo

Así que, el que esos dos se encontrarán es algo bueno para esta historia

Quizás en el próximo capítulo descubramos de que va el poder de Yoshio, sólo diré que tiene que ver mucho con su antepasado Sugawara

Pronto volveremos con Utahime, solo quiero plasmar lo que hará que Gojo cambie de parecer para ya no querer llevarse a Yoshio a Tokio de nuevo y el que trate de ser un mejor padre y una mejor pareja para Uta

Nos leemos pronto

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