52: A UN CLICK, FIN
8/9
-La fotógrafa va a llegar a en media hora. - Becky me avisó mientras terminaba de vestirme.
-No entiendo porque Antonia no quiso ir de viaje o cualquier otra cosa. - Becky se recostó de la pared mientras me veía a través del espejo.
-A Antonia no le llama la atención los viajes o ir a Europa de compras. Llévala a la tienda de la esquina donde venden objetos de deportes y será feliz.
-Por eso acordamos que iremos los partidos que ella quiera para que conozca sus deportistas favoritos. Pero... Ella sabe que podía pedir regalos.
Negué con la cabeza mientras terminaba de ponerme el último arete.
-Y lo hizo, pidió que todos nos vistiéramos de deportistas para su fiesta. - Me acerqué a Becky, me acerqué a la chica kickboxing.
-Creo que no hay mayor regalo que ese, ¿Quién ha logrado que Victoria no use vestido? O... Mejor ¿Quién luego de tanto tiempo, logró que te pusieras los guantes?
Cuando joven, Becky practicaba kickboxing, pero lo dejó a un lado cuando descubrió su obsesión con el trabajo y los trajes hechos a la medida.
-Y quien te viera... Corredora de NASCAR.
-Era eso o ser boxeadora y no quiero una pelea contigo. - Le sonreí para salir del armario.
Y era el primer cumpleaños que celebraríamos en nuestro nuevo hogar. Una casa con dos ascensores. Doce habitaciones, veinte baños, dos piscinas, tres canchas, una pista de skateboard, un pequeño rancho para animales, un gimnasio, un pequeño cine, una biblioteca, dos cocinas, tres oficinas, una habitación convertida en un pequeño estudio de música, la habitación especial para Sarah, un sauna y varias habitaciones más, incluyendo un Jacuzzi en el techo.
Mi mente se transportaba a Italia.
La mansión Italiana y no era para menos, en cada habitación había un pequeño panel de control. Toqué a la puerta de Antonia y escuché su "pase".
Abrí la puerta para encontrarme con mi bebé casi lista para bajar.
-¿Estás lista? - Le pregunté y negó con la cabeza.
-¿Qué te falta?
-No me gusta como se me ve. - Señaló la gorra que tenía en sus manos.
-Eso se resuelve fácil. - Tomé la gorra y se la coloqué al revés.
Sonreí al verla, su camisa de botones de baseball y su gorra.
Una skater pelotera, única en su clase. El ambiente, por primera vez en mucho tiempo, volvía a ser alegre.
Tomé en brazos a Mateo cuando entramos a la habitación de Salomé y Becky tomó a Sabrina.
-Menos mal que no tenemos que tener todo el día los disfraces. - Becky suspiró mientras agitaba el guante de su mano libre.
-No te quejes, quisiste ese disfraz. Podías ser mi copiloto. - Le saqué la lengua, pero la mano de Mateo en mi rostro me interrumpió.
-Ya, ya dejo de burlarme de Blue. - Mateo cerró los ojos y los abrió.
-Tengo un mini guardaespaldas. - Becky sonrió.
-Vamos, señoras. A bajar, que hay una fiesta abajo. No en mi habitación. - Salomé terminó de maquillarse y casi nos saca a patadas de su habitación.
-Aún no me acostumbro a esta casa. Es mucho más grande que la otra. -Le comenté a Becky mientras bajábamos las escaleras.
-¿Tienes miedo de perderte?
-Claro que sí, por algo no voy sola al cine.
-No te preocupes, yo siempre te encuentro.
-Lo sé, siempre me encuentras.
Sonreí cuando nos adentramos al patio trasero dónde se llevaba a cabo la fiesta, se notaba por las dos casas de brinco y por los tres payasos. También, quizás, por más de veinte niños correteando por todo el lugar.
-Tranquilo, no pienses en la chancla. Para eso contratamos niñeros. - Blue me habló mientras rodeaba mi cintura con sus brazos.
-Pero, pero... Amor, pueden destruir las mesas. Mira que hermoso quedó todo.
Mi instinto maternal quería tomar a todos los niños y sentarlos. Evitar que destrozaran la decoración o que salieran lastimados.
-Respira... Un, dos... Tres. - Becky tocó la punta de mi nariz con su dedo haciéndome reír.
-Bien, para eso tenemos niñeros. - Suspiré.
~~~~~~~~~~~
No podía negar que el tiempo pasaba y todo parecía ir bien, parecía que al fin las aguas se habían calmado en nuestra familia.
Becky se había mantenido firme apartada del trabajo en exceso. Siempre estaba ahí para todos, incluso estaba cuando no debía.
Cómo la vez en la que Salomé fue al cine con Isaías y misteriosamente había una mujer con gafas, gorra y capucha unas sillas atrás de dónde se encontraba nuestra hija.
Me sentía sumamente orgullosa de mis logros. Profesionalmente, todo iba como un día lo imaginé e incluso mucho mejor de lo que creí. Mi marca había pasado de solo ropa a estar en líneas de maquillajes y perfumes, de la mano de mi socia... Sarah.
Becky había estado apartada de mi en el ámbito laboral, no le permití meter la mano en mi negocio. Si iba a crecer, lo haría yo sola. Aunque sospechaba que era imposible que en totalidad, Becky no hubiera intervenido.
Los cuarenta años de Blue habían tocado a la puerta y mis treinta y cuatro de igual forma. Quizás debía decir que nuestra vida era perfecta, pero no.
Era imperfecta y eso era lo que la hacía tan especial. Del pasado habían tantas cosas que hubiéramos evitado a toda costa por parte de ambas, pero no había vuelta atrás.
Éramos quienes éramos por el camino que habíamos pasado. Éramos quienes éramos por las personas que habían pasado por nuestras vidas, que fueron parte de nuestras vidas y que son parte de nuestras vidas.
Podía decir que todo mi plan de joven para el futuro había fracasado. No quería enamorarme, no quería ser conocida o sociable, no me gustaban las fiestas, no planeaba tener hijos humanos, era hetero, tenía cuatro mejores amigos, era imposible que mi vida girarse en torno a otra persona y sobre todo... en mi cama nadie que no fuera yo podía dormir en ella.
Ahora analizando mi vida podía decir que sí, efectivamente mi plan había fracasado, pero ahora mientras veo a Becky junto a nueve de mis pequeños en primera fila mientras doy un discurso sobre mi nuevo lanzamiento de la mano de mi Sarah, ahora mientras escucho a mi hija hablar y a Becky silbar casi con cada frase que decimos, ahora que veo a Kirk empujar a Richie y a Salomé intervenir, ahora que veo a mis amigos al lado de la mujer de mi vida, puedo decir que mi plan fracasó con éxito.
Ahora solo espero que sea el fin del día para asegurar que mis hijos estén en sus habitaciones para luego meterme a mi cama para que Blue me abrace por la espalda hasta quedar dormidas.
~~~~~~~~~
Y el tiempo pasaba.
Era el primer día de mi propia Trinidad Armstrong Chankimha en la universidad.
Kirk optó por estudiar leyes.
Richie quería seguir los caminos de Becky y se fue por administración de empresas.
Mientras, Song optó por estudiar cinematografía. Hollywood lo esperaba, los Angeles lo esperaba.
Salomón estudiaba gastronomía y trabajaba en el restaurante de Blue.
Victoria y la moda siempre fueron una.
Antonia Sofía... Sus videos como corredora profesional de autos me aterraban.
Sarah llevaba muy bien eso de los aromas. La unión de su marca "Aroma tuyo" en mi "Per tutta la Vita" la habían impulsado y ahora planeaba comenzar su propia empresa.
Salomé, se había mudado para vivir con Isaías y no habían dudas que eran el uno para el otro. Salomé optó por la medicina, la cirujana Salomé.
Limón, la salvaje Limón... Hasta un tatuaje ocupaba espacio en sus costillas, pero el Caballero David era su norte en todo momento. Una de las solteras más codiciadas y ella tan feliz de serlo.
Emily era una gran madre y escritora.
Engfa y Noey continuaban exactas, con unos años de más, pero exactas. Engfa ya no era nuestra guardaespaldas, ahora ella era dueña de una compañía de vigilancia. Noey era una gran manejadora.
Heng seguía siendo la mano derecha de Becky en la compañía y había demostrado que Becky no se había equivocado cuando lo eligió a él para dicho puesto.
Baitoey y Sebastián seguían siendo unos tortolitos con Emilio y Tamara de la mano.
Las Siriphan habían incursionado en el mundo de la música de gran manera, nunca lo pensé, pero esas locas tenían un gran talento oculto.
Saint y Beer, el divorcio hizo acto de presencia cuando el trabajo de ambos pudo más que ellos. Ahora solo eran buenos amigos. Beer una gran actriz y modelos, mientras que Heng era el dueño de un famoso club en la costa.
-Vamos, amores. - Llamé la atención de Mateo y Sabrina quienes de inmediato dejaron de jugar con el Mishi.
-A lavarse las manos que es hora de comer. - Les indiqué y ambos corrieron hacia el baño más cercano.
-¡Mamás! - El grito de Antonia me hizo cerrar los ojos.
Vaya forma de llegar de visita.
-¿Te volviste a teñir el cabello? - Le pregunté sin creerle.
-Es mi cabello, además... Mamma Blue siempre lo ha teñido y no has protestado.
-¿Sabes que soy tu madre y que aún puedo sacar la chancla? - Le pregunté mientras alzaba una ceja y me cruzaba de brazos.
-Digo... ¡Bendición, mamita del alma! ¿Cómo anda la viejita más hermosa del mundo? - Antonia se acercó hasta abrazarme.
-¿Y yo qué? -La voz de Becky hizo que ambas voltearamos a ver.
Una Mini Jefa con su traje hecho a la medida había entrado a la cocina.
-Amor, ¿Qué haces con tu traje? - Le cuestioné sin entender.
-Iré por la azúcar que me pediste. -Respondió mientras tomaba una manzana de la cesta de frutas.
-Beck , no tienes que ir. A Jimena le toca ir por los mandados hoy.
-También iré a comprar unas cosas. No me tardo.
-Bien, pero que no se te olvide la azúcar pulvorizada. - Le señalé el paquete vacío.
-Pulverizada, amor.
-Exacto, la azúcar pul...vorizada.
-Pul...ve... Pulverizada. - Me volvió a corregir lentamente y Antonia solo podía reír.
-Tú no te rías y tú... Ve por el azúcar pul... verizada.
-Como ordenes, mi ciela. - Se acercó para darme un beso.
Becky comenzó a caminar hacia la salida, pero se detuvo antes de pasar el umbral y se giró mientras abrochaba su cadena de oro a su gabán.
Movió sus labios y sonrió para volver a encaminarse.
-Ti amo, Blue. - Susurré.
Y al final, lo que es para ti siempre llega. A veces tarda un poco o un poco mucho, pero llega a tus manos o directamente a tu corazón.
Conocer a Becky al otro lado del mundo me hizo entender de qué todo llega o todo se acomoda para ti, pero todo sucede cuando debe ser.
Porque justamente tuve que abrir ese correo de mis padres dónde me pagaban un viaje grupal con mis amigos. Porque justamente fuimos a Italia.
Porque justamente "A.K. Inc" fue la compañía turística que nos tocó.Y porque justamente... La Mini Jefa fue nuestra guía turística entres tantas miles de personas, ella fue quien se interpuso entre Rizzo y yo aquella mañana.
Mis redes sociales:
INSTAGRAM:
aleelizabethr3
TWITTER:
AlexelizabethR3
TIK TOK:
cachexfreenbeck
Bạn đang đọc truyện trên: ZingTruyen.Store