32: PERMESSO
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Volví a dormir dejando la alarma en punto a las siete. Sería un día largo y debía aprovecharlo.
Me levanté un poco desorientada por el llanto de un bebé.
Intenté despertar a Freen, pero se negó rotundamente a moverse. Me puse de pie y me encaminé siguiendo el llanto del bebé.
Salí de la habitación y giré hacia la izquierda. El llanto parecía provenir de mi oficina.
Abrí la puerta con cuidado y era imposible lo que veía.
¿Dónde estaban mis libros, escritorio, silla y muebles?¿Por qué la habitación estaba de color crema y había una cuna en medio?. Me acerqué cuatelosa, definitivamente el llanto provenía de ahí.
Me asomé con temor, pero unos pequeños ojos me miraron y el llanto fue sustituido por una sonrisa.
-¿Y tú quién eres pequeñín? — Le pregunté y solo sonrió.
Acerqué mi mano y tomó mi dedo en su manita.
-Tienes fuerza, pequeñín.
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El despertador sonó y abrí los ojos al instante.Miré a todos lados, pero no estaba Freen, los terremotos ni pequeñín a la vista.
Dos golpe a la puerta me hicieron levantarme para ir a abrir.
-Blue, ya llegaron las estilistas. ¿Decidiste que hacerte? — Limón entró con una gran sonrisa y asentí.
-Sí, lo tengo muy claro.
-Entonces a moverte que para luego es tarde. — Me indicó que saliera, pero negué.
-No, dame un momento. Debo utilizar el baño y cambiarme. Bajo rápido.
Limón asintió y salió de la habitación.
Me miré al espejo por última vez luego de utilizar el baño y cambiarme.
Las puntas verde brócoli dejarían de existir.
-Las extrañaré. — Les di y salí.
Bajé lo más rápido que pude y fruncí el ceño al ver la peculiar escena en la sala.
Limón estaba jugando videojuegos junto al caballero David y mis hijos.
-¿Desde cuándo te gustan los videojuegos? — Pregunté en alto cuando me acerqué.
-Quiero compartir más con David, además es divertido. — Respondió y volvió a prestarle atención a la pantalla.
-Espero que ochenta pulgadas de pantalla sean suficientes para que veas tu derrota a manos de tu hijo. — Hablé mientras saludaba a los niños y solo recibí su dedo corazón en respuesta.
Me acerqué al comedor donde me esperaban mis tres estilistas.
-¡Boungiorno! Pueden acompañarme. — Indiqué mientras nos dirigíamos al baño de invitados del lado derecho de la casa que estaba adaptado para ocasiones como ésta.
-Necesito todo su talento en este cabello. Debo estar lista antes de las dos de la tarde. — Notifiqué mientras me sentaba en la silla, saqué mi celular, busqué la foto para que ellos supieran que quería y cerré los ojos.
-Pago triple si terminan antes, pero todo debe estar perfecto y habrá desayuno para todos en algunos minutos. — Pronuncié.
POV ALEXANDRA:
Mientras Becky era atendida por sus confiables estilistas, Limón batallaba por no perder frente a David.
No solo quería compartir más tiempo con su pequeño, también quería distraerse y distraerlo de su repentina ruptura con Billy.
Limón había sido tan recta con ella misma toda su vida y estar al borde de la muerte la había cambiando de parecer. Su hijo sería su prioridad, pero ella quería disfrutar de todo lo que pudiera y eso incluía batallar con su hijo en un videojuego.
Heng ya estaba sentado tras el gran escritorio que Becky ocupaba cada vez que debía estar en su oficina central de "A.K. INC." Heng suspiró, aunque Becky era pequeña y el escritorio grande, a ella le quedaba perfecto y él se sentía fuera de lugar.
-Te haré sentir orgullosa de haberme elegido. — Le habló Heng al apellido "Armstrong" que estaba en la pared.
Baitoey entró con una tímida sonrisa a la oficina donde le harían el ultrasonido para anunciar oficialmente que estaba embarazada. Nam había llamado a Noey para regresar antes de visitar a su madre y las dos estaban en su apartamento.
Nam no sabía qué hacer ante lo que se acaba de enterar y Noey mucho menos, no tenía experiencia y las únicas que tenían experiencia no estaban disponibles.
-¡No puede ser! — Gritó Nam cuando vio a Noey sentarse con un envase lleno de palomitas.
-Calma tu chacra que me descontroladas el mío. Para comenzar... no es tan malo. Eres una mujer madura e independiente, tienes a tus amigos para ayudarte en todo — Nam la miró y asintió.
-¿Y si lo hago mal? ¿Y si no lo puedo criar bien? — Preguntó con temor.
-Repito... nos tienes a todos para ayudarte. Estaremos contigo en cada momento. — Noey comentó y se echó un puñado de palomitas a la boca.
-Nunca lo creí.
-Yo por eso voy segura con mi Ciela. Cuando las dos queramos un hijo, practicaremos y luego adoptaremos.
POV FREEN:
Abrí los ojos al sentir a alguien cerca de mi y Irin casi cae al suelo cuando la empujé.
-Te lo dije, ni dormida le puedes robar un besito. — Escuché a Beer quién estaba sentada en su cama.
Habíamos dormido las cuatro en una habitación con dos camas grandes. Seowl había dormido conmigo y Irin con Beer.
-Bien... pero que conste que no me cansaré hasta obtener uno. — Irin se paró y simuló quitarse polvo de sus piernas.
-¿Y sabes que si obtienes uno es lo mismo que Blue te desgreñe? — Beer se puso de pie para ir al baño y Irin me hizo señas de que me vigiliba.
-Buenos días... — Pronuncié mientras me estiraba.
-¿Listas para su primera pasarela? —Les pregunté y la puerta del baño se abrió.
Seowl salió con el atuendo que llevaría en la pasarela.
-Me encanta. — Habló mientras se miraba al espejo haciéndome reír.
-No lo vayas a dañar, te prometo que te lo podrás quedar luego del evento.
-Es muy elegante. Ya quiero usarlo. —Habló muy emocionada y Seowl salió del baño, Irin entró rápidamente.
-Es hermoso, pero solo se vería bien en algún evento muy importante o en una boda. Eventos tipo las fiestas de la empresa de Blue. — Habló y asentí.
Seowl portaría el vestido que había diseñado teniendo en mente algún evento de suma importancia donde quién lo obtuviera iba a relucir.
Beer llevaría el vestido ligero para cualquier ocasión. Ni ostentoso ni indiferente, un estilo ligero, pero con clase.
Irin, en cambio, usaría un traje. Lo había diseñado visualizando a mi Peli-Azul vistiéndose con él en las mañana.
Para ver a la Mini Jefa con un traje hecho a la medida por mi.
-Oye, ¿Y qué tal vas con Becky? — Beer preguntó y Seowl se sentó a mi lado.
-¿Sí la perdonaste?
-Ella y yo estamos bien... creo que todo fue la antesala al segundo respiro de nuestra relación. La perdoné... estoy segura que ella no volverá a anteponer su trabajo antes que a sus hijos o a mi. Estoy segura que Becky jamás hizo las cosas con maldad, solo es que ella era así. La conocí siendo una obsesiva compulsiva con su trabajo y era de esperarse que lo fuese.
-Cuando sea grande quiero tener una relación como la de ustedes. — Seowl comentó mientras recostaba su cabeza de mi hombro.
-Una relación como la de ellas implica ocho hijos. ¿Estás segura? — Beer le preguntó y Seowl se pasó a su cama de inmediato.
-Bueno... me conformo con una copia barata de su relación. La que viene sin tantos pequeños.
Cuando fue el medio día, salimos al restaurante del hotel donde Agamous nos esperaba con una mesa lista para los cinco.
-¡Buenos días! ¿Listas para su gran día? — Preguntó con su gran sonrisa.Ninguna de las tres le prestó atención, solo se sentaron y tomaron el menú.
-Estamos listas, Agamous. Muy listas. — Agamous miró hacia detrás de mi y suspiré.
-¿Él quien es? — Preguntó mientras su sonrisa se borraba.
-Es mi nuevo guardaespaldas. — Me giré para ver a la pared detrás de mi.
-Puedes desayunar también. — Le hablé y éste negó sin pronunciar palabra.
Su traje de hombres de negro... bueno de hombres de azul, le quedaba un tanto ajustado.
Debía hablar con Blue sobre los uniformes. Estaba segura de que si Toby se inclinaba, todo su traje de rasgaría.
Irin se acomodó a mi lado izquierdo, Seowl a mi lado derecho y Berr justo frente a mi, dejándole la esquina más lejana a Agamous en la mesa.
Si no fuesen Siriphan, juraría que eran la continuidad de la Trinidad Armstrong.
Cuando terminamos, salimos juntos hacia la Pesada.
-Bueno, chicas. Nos vemos en unos minutos. Recuerden que el primer evento es algo más oficial donde los diseñadores pueden conocer a grandes empresarios o a otros diseñadores de grandes ligas. — Habló Agamous mientras se ponía sus gafas de sol.
-Freen ya conoce a la empresaria más grande en poder. — Seowl comentó y se subió a la Pesada.
-Creo que se apellida... Armstrong de Chankimha. — Beer continuó.
-Vamos, Chankimha de Armstrong. Debemos partir. — Irin me hizo subir.
Miré hacia Agamous quien se subió a su auto miró hacia nuestra dirección, ni lo saludaría con la mano.
Las ventanillas de las Pesadas estaban lo siguiente a tinteadas.
Al llegar al lugar, pasamos directamente al interior.
Siempre lo hacía, había dejado de detenerme frente a las cámaras y micrófonos al cansarme de que se centraran en preguntar por "A.K. INC."Claramente, como Agamous había avisado, era un evento más formal.
Por suerte ya me había acostumbrado a eventos de dicha talla al acompañar a Becky a la mayoría de sus eventos.
El tiempo pasó volando, pero a pesar de ellos... siempre sentí que no solo tenía a Toby a mi espalda, las Siriphan parecían ser tres guardaespaldas más, pero versión divas.
Ví en más de una ocasión a Agamous en la lejanía, en ningún momento se acercó, pero cada vez que coincidían nuestras miradas él me sonreía.
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-Bien, niñas. Salgan y sean lo que ustedes son. Unas divas, sé que podrán y luego de esto ustedes también serán el punto de atención. — Les hablaba a las hermanas mientras revisaba sus vestuarios por última vez.
-Freen, todo sea por ti. — Seowl sonrió.
-Todo lo que hago por un besito tuyo. — Irin dejó de mirarse al espejo.
-Ve a tu asiento, te espera un espectáculo. — Beer me indicó y asentí.
Salí de los camerinos y me senté en mi lugar. Tenía tres asientos libres a mi lado derecho y Agamous estaba sentado al cuarto asiento.
-Vas a dejar marca, Saro. — Me habló muy emocionado mientras frotaba sus manos.
Lo ví pararse, sabía que se iba a sentar junto a mi. Tomó su celular y justo antes de llegar, una cabellera muy azulada se interpuso en medio de ambos.
-Permesso. Mi esposa dejará un legado, no una marca. — No podía creerlo. ¿En qué momento?
-¿Beck? — Pregunté sin creer aún.
-Este es mi lugar, sí. Justo éste, al lado de mi esposa. — Becky habló mientras se sentaba y me miró con una sonrisa.
-Hoy sí llegué a tiempo. — Habló mientras tomaba mi mano y dejaba un corto beso sobre ella.
-Amor... ¿Desde cuándo eres azul potente de nuevo? ¿Qué pasó con el verde brócoli en las puntas?
-Soy Blue, no Green. — Me guiñó un ojo y me fijé en su ropa.
No me había dado tiempo de observarla bien, pero llevaba un vestido negro que jamás había visto que le llegaba un poco más arriba de sus rodillas.
Miré con curiosidad, la más pequeña llevaba un bastón guía.
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